martes, febrero 26, 2008

Voto nulo

Afortunadamente, no voy a votar a ninguno de estos dos candidatos. Porque, siendo sinceros, nada ha cambiado en estos últimos años, cuatro años de disputas que esta noche, a escala, hemos vuelto a ver. Los mismos niños sobre el mismo patio en la misma pelea. Un ejercicio de memoria que cada uno se esforzaba en retrasar a mayor distancia, como si cuanto más volviésemos la vista atrás, más armas de descalificación y, por lo tanto, autolegitimación, encontraríamos.

Pero lo que la gente necesitaba era que la enfocasen hacia el futuro, que le mostrasen un mensaje de esperanza -o más que de esperanza, de ilusión-, soluciones a sus problemas, confianza. ¿Cómo votar ahora? ¿Es que realmente se ha superado el inmovilismo en el que estamos estancados? ¿Alguno no ha recurrido a un manido discurso? ¿Se han ofrecido metas renovadas, propuestas? ¿Alguien sabe qué van a hacer si gobiernan? A ver qué pasa dentro de diez días, porque no creo que ningún indeciso haya abierto papeletas después de este debate.

Por la derecha, una periodista decía que Rajoy había estado brillante porque había mostrado los problemas de España y exponía propuestas. Dejémoslo en que Rajoy ha estado objetivo mostrando los problemas de este país: ¿sus soluciones? Yo no vi ninguna.

Por el oído izquierdo, que Zapatero había sido contundente en su optimismo, que había motivos para ser positivos porque así lo dicen las irrefutables estadísticas. Mejor dicho, tengo problemas, graves problemas, pero los que estaban antes todavía eran peores. Como dice el refrán: “Mal de muchos, consuelo de tontos”.


En fin, que me quedo con dos opiniones que, a la postre, mejor definen las sensaciones de este debate. La primera, un joven en Cuatro al que le preguntaron quién había sido, a su juicio, el ganador:

“Las televisiones. Yo voy a seguir sin poder pagarme un piso, ganando 700 euros –con suerte- y pidiéndoles dinero a mis padres porque a mí nadie me da una beca”.

Y más críptica, resumiendo como nadie lo que nos queda, mi abuela:

“Esa vaca debe dar moi bo leite, todos queren muxila. Os dous teñen razón. Eu non voto”.

Regina Presidenta.