viernes, marzo 31, 2006

Lolailo

Esta mañana cometí el error de, mientras desayunaba, para combatir el silencio, encender la televisión. Y eso es algo que nunca se debe hacer en España durante la semana, únicamente si estás enfermo, te gustan los niños prodigio –no Mozart, sino Joselito o Marisol- o la música nacional de los años 60 y 70, el western o, finalmente, el tándem competitivo de Campos y Quintana, las diosas de la Aurora, de rosáceos dedos. A no ser que te encuentres en alguna de estas situaciones, por lo cual deberías replantearte tu existencia, tienes que evitar cualquier contacto catódico durante la franja horaria que va de las 11.00 a las 13.00 horas.

Ingenuo, inconsciente, alocado, barriobajero o masoquista, caí en la tentación de apretar ese botón del mando que, como una palanca de cisterna, me transportaría al maravilloso mundo de la escatología íntima de nuestros famosos. En el programa de A(normal) R(emunerada), estaban las gallinas alteradas por los puñales de Noemí Hungría (ex esposa de orientación pansexual de Raquel, concursante violenta de Gran Hermano), quien criticaba a Jorge Javier, ese estupendo profesional, riguroso e imparcial, presentador de “Aquí hay tomate”, por unos comentarios acerca de su actual pareja, Judd.

La pseudonoticia se hallaba en que nuestro amado periodista, morenito y rellenito, como un browny, había tratado de “mujer” al personaje conocido como Judd. Aparecía en la escena de “A tu lado” (oh, Felixuco, llegaste tan alto al techo de “El informal” que rebotaste violentamente hasta lo más bajo) su compañera sentimental, Noemí, la cual defendía que Judd es, en realidad, un “hombre”, o, al menos, según mi interpretación personal, a eso está.

No obstante, a pesar del alegato lleno de intensidad de la señorita Hungría, sus palabras caían en una profunda contradicción muy perjudicial para sus intereses:

“Judd es un hombre, es un hombre. Por favor, os pido respeto. Quiero que LA respetéis”.

¿”La” es un pronombre masculino? En qué honda ignorancia he vivido todo este tiempo, gracias por enseñarme la luz. Qué grandes errores he cometido, uno tras otro, a lo largo de mi vida: “Carlos, llévaLO (a mi hermano) a casa” o “Julia, ¿por qué LO (el papel) rompiste?”. Ah, miserable inculto, que Lázaro Carreter me perdone. Sin duda alguna, esta chica se merece un sillón en la RAE o el Nóbel de Literatura. Visionaria singular.

Tras semejante escudo y contraataque, nuestro pobre héroe cobrizo desangraba sus últimas palabras, llenas de orgullo y coraje:

“Ana Rosa, yo me voy a callar, porque podría decir cosas de las que luego NO me iba a arrepentir (ahí, ahí, valor, valor). Pero lo que debe saber Noemí es que tenemos que ir acostumbrándonos a esta situación, de un día para otro no podemos llamarle “hombre” a alguien que ayer era “mujer”, necesitamos algo de tiempo (claro, claro, las cosas con calma: hoy “mujer”, mañana “marimacho”, pasado “Frida Kahlo” y, para la semana, lo llamamos ya “hombre”).


Después de este ejercicio de retórica digno de Demóstenes o Cicerón, habiendo ya vomitado el desayuno, me fui corriendo a la habitación, cogí mi resguardo para recoger el título de periodista, escupí encima y, a continuación, pensé: “¿Cómo habrá acabado Alfonso Rojo con Ana Rosa Quintana? ¿Será tan buena en la cama?”. Entonces, la náusea me trajo el segundo vómito matutino.

jueves, marzo 30, 2006

Orcos y música

¿Atravesaremos las barreras del reto? Esa es la pregunta.

Si el año pasado rozamos la infamia, este año nos coronaremos. Hace doce meses, por estas fechas, conocíamos a las que serían nuestras representantes en el Festival de Eurovisión. ¿Quiénes eran o, mejor, quiénes son? La respuesta es una pregunta similar: ¿quién lo sabe? A lo que habría que añadir: ¿a quién coño le importa? Tan sólo recuerdo que su victoria ha sido una de las más pírricas de la Historia moderna: dudosamente seleccionadas, vergonzosamente cantadas, rotundamente olvidadas.

Sus grandes rivales, en cambio, Las Supremas de Móstoles, las abuelas de “El Principito”, conocen un éxito que la villa madrileña no revivía desde el “Encarna” de Martes y 13. “Eres un enfermo”, lo soy, qué pasa, es ya un himno glorioso que ensancha la costumbre musical de este país y se sienta a la derecha de Dios, el “Ay, quién maneja mi barca/que a la deriva me lleva”, de Remedios Amaya. Un tema que salió vencido pero triunfador ante los desconocidos, en un duelo que por su virtuosismo recuerda a los desafíos de Chopin y Liszt sobre el piano en los salones de París.

El caso es que de nuestras chicas ausentes, efímeras representantes de lo mediterráneo, se decía que tenían un toque “Las Ketchup”. Como su fracaso fue estrepitoso, este año los compositores se han decidido por el camino seguro y se llevan a las genuinas parientes de Tomatito.

El resultado, soberbio, es una canción al más puro estilo ketchup, esto es, introducción y letra como un abismo hacia el estribillo onomatopéyico, satánico o no, y sanamente pegadizo, como una sanguijuela. El error quizá resida en que en esta ocasión no tenemos esa coreografía que es la delicia de nuestra querida vicepresidenta, seguro, tan amante de los bailes tribales. No obstante, con versos como estos, estoy plenamente convencido de que alcanzaremos la meta del suicidio colectivo:

"Juro por Dios que no quise / pero está pegao / todo fue limpio y certero. / Yo era la otra, la tonta. / Será pringao, / chulito de medio pelo". Hay más: "Maravillosa me puse / lo he dejao tirao, / chico Martini perverso. / Mucha palabra de lava / tiene el desgraciao, / pero este a mí no me engaña". La apoteosis con el estribillo: "Puedo ser de barrio bajo / underground pero mi corazón se te ha declarao duty free, duty free, duty free... Un Blody Mary por favor...". Sublime.

Por si la apuesta española no triunfa, os invito a que conozcáis a estos finlandeses que, sin duda, arrasarán en las pistas de baile, en las duchas, en el papel higiénico y en los pañuelos desechables. ¡Viva Finlandia! ¡Que comience la diáspora! No les falta nada: Peter Jackson tras el videoclip, finlandesita atractiva y compañeras animadoras que caen fulminadas y sangrientas, heavy metal y tema bíblico. ¡Hardrock Halleluja, Forever!


Postpost de la Dama de la Rosa: Pajilleros...

miércoles, marzo 29, 2006

Rituales

Y añadiría los entierros. Los odio.

Me revienta la parafernalia. Me revienta la hipocresía. Me revienta la inacción, la espera triste, la exposición. Me revienta estar en el tanatorio, detrás de la larga fila de rostros desconocidos que te regalan su pésame, te dan la mano afilada y te hablan como un gran actor de teatro. Me revientan las cotorras imbéciles, incapaces de callar y pesar, simplemente. Necesitan, como su propia sangre, revolotear en el ambiente negro y soltarte sus picotazos. Te miran con ojos bañados de colirio: “Qué bonita está”. ¿Qué quieres decirme con eso? ¿Qué esperas que te responda: “Sí, un gran trabajo de las maquilladoras” o “Es lo que tiene el rigor mortis”?

Las escenas religiosas, de misa, me sacan de quicio. El discurso improvisado, patético, documentado en la habladuría de los vecinos de una parroquia minúscula, con la música sacra de teclado de cuatro octavas, la voz del cura con sus agudos y su vibrato final, como un cantante de orquesta de verano, el levantarse y sentarse, levantarse y sentarse, sobre el tobillo dolorido, roto.

La sonrisa de los que ven el ataúd, sintiéndose más vivos o trémulos por dentro, preguntándose con metafísica su destino. Agobiantes, uno tras otro, besando a las perdidas, detrás de su mirada ya borrosa, que los reciben como una bofetada, como una vergüenza, como una lágrima. Y después, ¿qué? El olvido, sus rutinas los absorben, han sido suficientemente generosos.

Por encima de tanta hipocresía, de tanta mentira, el dolor de los ojos de mi abuela era la única verdad.
Postpost: Os propongo, humildemente, visto el resultado anterior, que votéis vuestro post preferido del mes, ya que mañana se cambiará la página e irán desapareciendo. Votad como comentario y exponed las razones de vuestra elección. Eso sí, sólo si queréis, claro.

martes, marzo 28, 2006

Elisa

Silenciosa y pausada, tímida, como era ella, así nos dejó, solos. Elisa, mi bisabuela, o acaso únicamente su cuerpo, dejó de vivir esta mañana tendida en su cama. Es cierto que la muerte nos rodea a todos, como una costumbre, pero, a veces, más allá de una tristeza húmeda y monótona, llega a convertirse en un hecho extraordinario. Porque algo fuera de lo común ha sido Elisa, que sólo ahora se rinde plácidamente y baja los párpados exhausta, después de una lucha de 111 años.

No me importa ya si ha sido la mujer más vieja de Galicia, de España o de sabe dios qué frontera. No me importa que su fallecimiento haya cortado de raíz una estúpida ilusión de continuidad y de suma, de record, de escalar por encima de edades y de sueños. Cuando el cuerpo ya no está, el orgullo se transforma.

No puedo amar los músculos o los huesos que se deshacen, pero puedo querer al recuerdo. Sentir la memoria plena de fuerza de alguien a quien no hirió el dolor de la viudez, que conservó siempre la inteligencia y la fe suficientes para sacar adelante a sus dos hijas allí donde el hambre se te clavaba dentro. Gracias a su energía, mis dedos la homenajean hoy.

Con el tiempo, una cadera débil la tumbó de por vida en una cama. Ya no era la madre, pasó a ser la hija. Los cuidados que había entregado a sus descendientes volvieron a su piel, que nunca más estaría sola o fría. Marina y Regina fueron sus ángeles, los que a través de los años la prepararon para ser inmortal. Porque en este momento lo es, dejemos de contar.

lunes, marzo 27, 2006

Salvando las distancias

Cuando estás solo, cojo y aburrido, quieres salir de esa situación como sea. Llevo una semana con muletas y ya he pedido el divorcio express, aunque la justicia trabaja lenta en este país. Mientras la emancipación no llega, seguiré con mi serie en Cuatro, esperando que el balonmano vuelva a llenar esas noches de martes que ahora paso dentro de la televisión.

Doctor House


Te contraté porque ¡estás como un queso!

¿Preferiría un médico que le coja la mano mientras se muere o uno que le ignore mientras mejora? Aunque yo creo que lo peor sería uno que te ignore mientras te mueres.

Ira, orgullo, envidia, gula... Lleva usted cuatro de los siete pecados capitales en dos minutos. ¿Registran ustedes los records? ¿Hay Católicoolimpiadas?

Bonito traje, dice soy profesional sin dejar de ser mujer. Lo segundo lo dice a gritos.

(Dr. House a un adolescente que se ocupa de cuidar a su madre): Los quinceañeros suelen hacer otras cosas: esnifar pegamento, coger cangrejos...

(Dr. House a un médico del hospital): Resulta que tus opiniones no dan buenos resultados. Te aconsejo que uses las mías.

(El doctor Foreman acusa a House de pincharle cada día más): Pues eso descarta el racismo, ayer eras igual de negro.

Su madre ha sufrido un cambio de personalidad, hay que reconocerla. Mandaré a una enfermera, yo soy demasiado guapo.

(House animando a un paciente paralítico): La vida es un asco y la suya es peor que otras. Aunque las hay peores, lo cual también es deprimente.

(House a un paciente sorprendido porque le ha dado unas pastillas sexualmente estimulantes): Por qué no. Si la diabetes le ha afectado al corazón, morirá. Si no, sábado sabadete…


Doctor Senthouse e non se levantou


Me muevo por intereses, soy hijo de banquero.

¡Qué bien te sienta la menopausia!

Nada es absoluto excepto lo relativo.

¿Qué tal te queda…? ¿La camiseta o el escote?

Mi padre tiene pinta de buena persona, como Franco.

Eres como Rossini, te has hecho famosa por tus grandes y pasionales “oberturas”.

Mano, no me masturbes, seguro que encuentras a alguien mejor.

Carmen, si no usases bragas, serías una ventosa.

Cerrar la puerta del coche o de casa es algo que haces por naturaleza, acaso te preguntas, "¿meé esta mañana?"

Lo último que pasó por tu cabeza fue el fórceps.

No es que seas fea, es que la gente no comprende el arte abstracto.


Postpost: ¿Qué pasa? Todo el mundo se merece un homenaje hipócrita.

Contrapostpost de la Dama de la Rosa: Pablo, no me refería a esto en la discusión de ayer.

domingo, marzo 26, 2006

Fiasco (e interorización)

- (Cabaleiro Sentai) ¿Tú por qué crees que ha sucedido esto? Me cuesta encontrar una explicación.
- (Dama de la Rosa) Bah, compréndelo, tú mismo actuarías igual.
- Está bien, sí, lo admito, pero creí que a ellos les haría ilusión.
- Hombre, la ilusión que te puede hacer publicar un post… si al menos obtuviesen algún beneficio…
- Aún así, que ni siquiera una persona haya escrito, enfrentarme diariamente a las telarañas de mi bandeja de entrada… fue decepcionante.
- Está visto que no eres lo suficientemente inteligente para descubrir las cosas. En la mente de cada uno se asociaron varios elementos: falta de tiempo, de inspiración, de ganas y, lo más importante, la creencia en el “es igual, yo no escribo pero seguro que alguien, en este momento, lo está haciendo”. Este último ingrediente, ubicuo en todas las cabezas, fue determinante.
- Esto significa que no tendremos las vacaciones ansiadas y que hemos perdido definitivamente esta forma de interacción.
- No te deprimas, Pablo, ¿acaso no te agrada ver siempre alguna oscilación en tus posts, saber que alguien te está leyendo?
- Claro, y me anima a seguir. Lo que pasa es que quería hacer algo distinto. Al menos por el momento, hasta que descubra cómo hacer posts musicales.
- Te vas a alejar de la gente, no tienes que pretender hacer algo tremendamente original, piensa en ellos.
- Ya, pero se supone que el blog, en cierto modo, es un trabajo personal, sólo supeditado a tus instintos.
- ¿Te lo crees acaso? Puedo esperar encontrarme ese pensamiento en otro cerebro pero no en el tuyo. Sé que los demás te controlan, que no escribes sólo para ti o por ti. El ejemplo más claro está en que todavía no has publicado nada sobre balonmano, ni nada profundamente musical o literario. Eso pone de manifiesto tu actitud al escribir.
- No me gustaría que tuvieses razón…
- Pero la tengo, no intentes huir o mentirte. Tu mayor realización personal no está en ti, no te satisface hacer algo por tu corazón sino que los demás lo aplaudan. Este blog es para fuera, no para dentro, y ahí está tu egoísmo, tu egocentrismo, porque no te buscas. Quieres que te busquen. ¿Que te encuentren los demás debe serlo todo? Piénsalo. ¿Qué te empuja a continuar este blog? ¿Tan solo, atrapado y mudo te encuentras? ¿Comunicas o, en el fondo, utilizas a los demás? Sé sincero, porque si estoy apuntando la verdad, no vale la pena continuar con esta farsa, y el blog debe morir.
- Pero…
- Pero… “no puedo hacerlo porque no puedo dejar a los que leen este blog sin él”, ¿es eso lo que acaba de pasar por tu cabeza? Claro que sí, no lo ocultes. Sabes que no lo haces por ti, tenlo presente. Acabas de caer en la rueda infinita, en la alienación: “Oh, esto no debo escribirlo porque no les va a gustar”. Maldito pusilánime, esta es tu obra, “la de los demás”. ¿Por qué no les entregas ya tu vida, de paso? Siempre viviendo de los demás, por mucho que luches por una independencia que no existe. Mírate al espejo y avergüénzate.
- ¿Por qué eres tan dura conmigo? No es tan malo querer agradar a los otros, a fin de cuentas, existes gracias a ellos. No entiendo por qué no debes pretender ser amistoso. El blog es así más plural.
- ¿Más plural? Vamos, no me hagas reír. Así es un blog menos libre. Jamás podrás escribir lo que te dé la gana, te enfrentarás cada día a los condicionantes no sólo de tu inspiración, sino también del gusto de un público.
- ¿Y por qué me dijiste antes, entonces, “piensa en ellos”?
- Eres plenamente imbécil, lo hice para empujarte a la confesión, para que te dijeses la verdad de una vez, para que reconocieses tu error. ¿Ahora qué? ¿Quién salva tu cabeza? Llora, débil y manipulado, no tienes la fuerza que se necesita para seguir.
- …
- Este es mi consejo, escúchalo si quieres, si pretendes ser realmente único, porque sólo del interior de uno sale lo verdaderamente original, ya que no existen dos ánimos iguales en el mundo. Haz lo que quieras y como quieras, por ti y PARA los demás, no POR los demás. Deja que tu espíritu personal sea la energía creadora y, de ese modo, ofrecerás a los otros tu verdadero yo, irredento, y no el que quieren construir desde el exterior. Si no les gusta lo que haces, oh, filósofo quecarallista, sé fiel a tus principios. ¡Qué carallo, para siempre!
- Está bien, está bien… tienes razón. Pero me siento culpable, como… como si empezase un camino en el que les estuviese traicionando… quisiera pedirles perdón.
- ¿Perdón? ¿Perdón por qué? ¿Por “fallarles”? La medida de su felicidad no está en el gusto por algo. El aprecio que tienen por ti no está en tu complacencia hacia ellos, sino que tienen que valorar lo que de ti hay en las cosas. Si aman, al fin y al cabo, el Sentai cierto, no tendrás nunca la soledad que tanto temes.
- … Y si tienes razón, ¿no crees que me estás rayando demasiado? Esto es sólo un blog y las llamadas telefónicas cuestan dinero, ¿sabes? Me estoy dejando el sueldo aquí.
- Vale, vale. Tan sólo quería que descubrieses la verdad sobre lo que escribes, para ayudarte. No quiero hacerte daño, lo sabes. Pero bueno, ya nos veremos, entonces. Un abrazo, chao.
- Chao, y la próxima vez el sermón se lo vas a largar a tu madre. ¡Qué carallo! Adiós.

sábado, marzo 25, 2006

El futuro de la guerra de sexos

Si hay algo que odio en esta vida, además de la merluza, madrugar y, aún por encima, tener que ducharme con agua fría, o que me interrumpan cuando estoy escuchando música (por ejemplo, al final del último movimiento de la Novena de Beethoven, cuando toda la energía está ahí y en ti mismo y quieres lanzarla en un grito o un gesto definitivo y, de repente, entra tu abuela para preguntarte cualquier estúpida cosa como la retórica: “¿Estás ahí?”. No, claro que no, en mi habitación está sonando música pero es porque se encendió el equipo solo. ¡Mierda, te lo tiraría a la cabeza!). En fin, que aparte de todo esto, si hay algo que me moleste, que me produzca envidia ante la esclavitud egipcia o la sífilis, eso es la guerra de sexos.

Odio particularmente a esa gente que se vierte y manifiesta en sus comentarios sofistas y universales: “todas las mujeres son unas putas” o “todos los hombres son unos cabrones”. Para empezar, en el mundo hay más de 6000 millones de personas, por lo tanto, dudo mucho que tú, cuya escapada más larga y soñada fue la excursión al Domus de A Coruña, conozcas las múltiples culturas planetarias y las relaciones de género que en ellas se presentan.

No es por ser quecarallista, pero la equidad está ahí. Hombres que caen en la más palpable de las incoherencias cuando se molestan por la conducción femenina, peligro constante, y son ellas las más seguras al volante; o ellas, que se entregan a la peluquería íntima y, al ver pasar un espécimen de sexo contrario agraciado por los dioses o el gimnasio, dejan que su entrepierna se convierta en el Iguazú. Eso me resulta plenamente incomprensible: critico valores que comparto.

Mientras sigamos favoreciendo esta conducta separatista, los hombres se volverán impotentes por miedo a encontrarse con una Lorena Verdún y las mujeres irán más a un sex shop que a una discoteca para ligar. Así está nuestro querido planeta Tierra Occidental, amigos. Más que nunca, un orgasmo será el Santo Grial que nadie ha podido descubrir.

Toda esta introducción, larga, eso sí, es necesaria para presentar el siguiente caso. Se trata del feminismo incipiente en mi prima pequeña Raquel, niña que apenas rebasa los cuatro años pero que es digna de las más grandes proezas: en el cine, viendo Peter Pan, se levantó y gritó a pleno pulmón, para vergüenza de su madre: “¡Peter Pan, Peter Pan, llévame volando de este sucio y oscuro Londres!” (véase el dominio de la adjetivación). O, también, cómo cerró la boca de mi madre cuando ésta, por cariño, le preguntó: “¿Esa es como tu Barbie?”. Ella le espetó: “No, querida tía Julia, ¡la mía es la Barbie Fayritopia que me transporta con sus alas a un mundo de color y fantasía!”. Mi madre, la pobre, que es una inculta.

Y, después del perfil, la acción. Resulta que el otro día, mi abuelo estaba discutiendo con mi abuela, una de sus habituales disputas decibélicas (algún día os hablaré de ello), cuando, de repente, mi amada prima se coloca en medio de ambos y dirige estas sociológicas palabras a mi abuelo, con los brazos en jarra:

“Todos los hombres sois unos jodones, siempre estáis discutiendo”.

¿Cómo no quedarse pálido cuando una niña que todavía flirtea con el medio metro suelta una frase como esta? Puedes tomártelo graciosamente, en un primer momento, pero luego, como una resaca marina, vienen las consecuencias. Si ha escupido algo así, ya está condenada: las nuevas huestes ya están listas para la guerra de sexos, un nuevo infante acaba de disparar su primera bala, “todos los hombres…”. Mucho nos queda por aguantar, a la filosofía del quecarallismo y a mí, si no nos morimos jóvenes y geniales como Mozart. ¡Qué carallo!

Postpost: Y yo que jugaba con el barco pirata de Playmobil…

Postpost de la Dama de la Rosa: Es peor lo que dijo el hijo de mi prima a su padre, profesor en un colegio, cuando ambos iban en el autobús escolar rodeados de maestros y alumnos: “Papá, quiero que dejes de pegar a mamá”. Mi primo político no sabía dónde meterse, todos le miraban con ojos de “maltratador, asesino”. Tendrían que hacer prospectos para las televisiones: “Manténgase alejada del alcance de los niños”.

viernes, marzo 24, 2006

Pan y circo

Cuando la estupidez sube, toma lugar y contempla todo, el peligro cae como una lluvia de piedras. Ayer, otra noche pero la misma, un encuentro de fútbol fue suspendido por el árbitro, que entendió que el espectáculo ya había terminado. El deporte había dado paso a la violencia, minoritaria o no, de los imbéciles que brotan, cada vez más frecuentemente, de nuestra fértil sociedad regada con alcohol.

Atlético de Madrid y Sevilla disputaban un juego limpio, pero todo se truncó. Marcaron los andaluces –los yonkis gitanos, según parte del público- y se desató el vendaval: volaban los objetos desde las gradas, afortunadamente sin puntería, y de la hierba se recogían botellas de whisky con su sello de locura. Todo ello partía de un enfado general contra el colegiado, por haber dado validez a un gol que sí era legal. Por supuesto, la mecha de los violentos corre y se enciende rápida, la injusticia no podía quedar impune. Y allí, el dejá vu.

Monedas, mecheros, botellas de vidrio duro y pesado, que pueden matar, son las palabras de los descerebrados que llenan los campos. No hay cántico, no hay silbido, no hay ola, no hay celebración: hay odio vergonzoso. El verdadero peligro del deporte no es que se haya mercantilizado (o quizá sí, cuanto más alta es la torre de dinero a la que subimos a las estrellitas, más legitimada está la hipérbole), sino que ha dejado de ser simplemente eso, deporte, para convertirse en circo.

Pan y circo es la excusa de los asesinos, del cuchillo penetrante que mató a Aitor Zabaleta, de la patada que reventó el hígado de un hincha del Compos, de la vorágine que aplastó a medio centenar de seguidores italianos. Es la fiebre de un sentimiento, la pasión por una entidad “Atlético de Madrid”, un símbolo que apenas existe, tan frágil como la supervivencia de ese nombre pronunciado en el aire pero, ¿qué importa?

Dejemos que la forma sangrante de unos pocos les dé todo el poder decisorio. Dejemos que el racismo y el rencor se expandan, que los radicales se inmunicen tras sus pancartas –no los toquemos, aman tanto al club…-. Dejemos que España sea, al fin, como Argentina, donde cada domingo morían jóvenes apuñalados en los estadios, tal es la muerte noble que proporciona la rivalidad. El dolor como costumbre, ¿no es la mejor forma de no temerlo? Bajemos el pulgar delante de los jugadores, la gloria alcanzada a base de palizas, ¿es eso lo que queremos?

Si Eto’o abandona el Coliseo, yo le seguiré, porque soy deportista, no gladiador. ALTIUS, CITIUS, FORTIUS.




Postpost: En cuanto a lo de reanudar el partido, vagancia incongruente.

jueves, marzo 23, 2006

Neorrealismo español

A veces buscamos en los periódicos y en los periodistas, como poetas, las crónicas más homéricas, las certezas y los análisis más profundos. Olvidamos, al hacerlo, a los ojos más ávidos, los de los niños, que ven la verdad tal como es, tan desnuda, cruda y firme como se nos presenta al natural. Tendemos a mentir por vergüenza, ellos no lo hacen y su sinceridad es la vida misma que tenemos miedo a reconocer:


Instinto, ViagraTM y Reyes Magos

…Así que desde que tengo uso de razón lo único que he visto de la Cabalgata son piernas y piernas de las majorettes, y mi abuelo andando hipnotizado detrás de ellas y nosotros detrás de mi abuelo porque, para colmo, si nos perdemos del abuelo, luego mi madre nos echa una bronca mortal y, ¿qué quieres que te diga? Las chicas molan, pero como niño que soy también me gusta todo ese rollo de los Reyes con sus barbas postizas tirando caramelos contra los cráneos de los niños y los niños tirándose de los pelos unos a otros por esos caramelos que son auténticos de Oriente, de una fábrica que se llama Caramelos Paco.

[…] Pero yo no estaba para compadecer a mi abuelo porque detrás de las majorettes, montados en sus gigantescos caballos, llegaban los Reyes Magos, los genuinos, los que habían recorrido medio mundo hasta llegar a Carabanchel. Nos tiraron caramelos Paco de Oriente. Uno de ellos me dio directamente en las gafas. Casi me las rompe, pero qué más daba. Eso molaba. Eso era una señal, seguro. La señal de que habían recibido mi carta y estaban dispuestos a traerme las veinticinco cosas que había pedido y no como todos los años, que pido veinticinco y se les olvidan veinte. El golpe del caramelo venía a decir: “Tendrás todo lo que has pedido, Manolito, porque nos caes bien, eres un tío simpático””.

El Imbécil me empezó a tirar de la chupa para que me agachara y luego me dijo, señalando con el chupete:

- Se cagan.

Se refería a los caballos. Él es así, capaz de estropearte el momento más emocionante de tu vida con ese tipo de observaciones.


La duda que acecha

Al subir para mi casa, el Imbécil y Melanie se empujaron varias veces peleándose por ir los primeros en la escalera. Más de una vez tuvimos que frenarlos para que no se dieran con la cabeza contra los escalones. Me estaban poniendo cardíaco. Entre ellos y Zeus, que en cuanto me descuidaba se sacaba un moco y abría la boca, no daba abasto. Me puse tan nervioso que le di un cachete en la mano donde iba el moco y le dije:

- Que no se comen, joé.

Entonces Zeus se quedó mirando el moco y luego me miró a mi como preguntándome: “¿Entonces qué hago con él?”. La pregunta estaba en el aire: ¿qué hace uno con un moco una vez que el moco ya ha sido extraído de la nariz? Zeus lo fue a pegar en la pared, pero yo lo sujeté antes de que lo hiciera.

- No, cómetelo mejor.


El secreto familiar

Cuando íbamos a pagar saqué las doscientas pesetas del bolsillo.

- No pensarás que con esto se paga el vídeo –me dijo mi madre con esa cara que pone cuando estamos a punto de tenerla.
- ¡Qué inocentes son los niños!-dijo el dependiente.
- ¡Inocente éste, un roñoso, eso es lo que es!

Mi madre no se corta a la hora de ponerme verde delante de extraños, incluso creo que disfruta.

- Es que… no he podido sacarle más al cerdo…

Mi madre no sabe que mi cerdo tiene una tapadera secreta debajo de la tripa que yo abro y cierro cada cinco minutos.

- Dame las doscientas pesetas –dijo mi madre extendiendo la mano-, yo te pongo el resto, pero en cuanto lleguemos a casa ya puedes ingeniártelas para sacarle al cerdo el resto.
- Y todo porque es el cumpleaños del Imbécil, si llega a ser el mío no te preocuparías tanto…-le dije yo sabiendo que con esa frase me la estaba jugando.
- Voy a hacer como que no te he oído para no cruzarte la cara delante de este señor.

El dependiente nos cobró y se quedó mirándonos con una sonrisa extraña. Mi madre echó a andar y el dependiente me preguntó en voz baja:

- ¿Quién es el Imbécil?
- Mi hermano.
- Ah… -el dependiente se quedó como pensando- Entonces será mejor que no pregunte quién es el cerdo.


Sin pelos en la lengua

Ya teníamos los dedos como los garbanzos en remojo. Pensamos que había llegado ese momento crucial en que un abuelo te da dinero para un helado. (Apunte del Cabaleiro Sentai: Qué filosofo, cuánta sabiduría).

Manolito Gafotas, cronista.



Como la vida misma. Si hay que esconderse detrás de un niño para ser sinceros, ¡prefiero no crecer nunca!

miércoles, marzo 22, 2006

Paz

ETA, cubierta con pasamontañas blancos, los de la paz, ha hablado pero, ¿qué es un alto al fuego permanente? La esperanza, que ahora nos recorre y crece, no es la mejor amiga de la prudencia. Esperemos que nuestros políticos –aquellos en los que hemos depositado la confianza y el futuro-, por una vez, olviden sus rencores para luchar por lo que realmente importa y une.

Por las víctimas. Por los vivos. Por la paz.

martes, marzo 21, 2006

La telenovela más tristemente real

Hugo Chávez es uno de esos personajes que siempre llaman la atención. Recluido en su isla anegada en petróleo, aprovecha la más mínima ocasión para soltar al aire un “aquí estoy yo, señores” y, con ello, mostrarse altivo y distinguido, desafiante ante el mundo, cuando no es más que un pelele autoritario. Recuerda a Nerón en el instante en que se entrega a su despotismo, a su libertad sin límites que arrastra las condiciones de miles de ciudadanos. Y él lo tiene más fácil que el emperador romano para, en un baño combustible, quemar toda Venezuela.

Adalid hipócrita del latinismo americano, se nombra a sí mismo liberador del corazón hispano oprimido bajo el imperialismo estadounidense, lanzándose así a la paradoja de ser el mayor asesino de los derechos de sus conciudadanos. No hay más que ver a su modelo admirado, Fidel Castro, espejo dictatorial de sus mismas muertes, para comprender la situación de todo un continente naufragado en el egoísmo de sus líderes. No se puede soñar nada allí donde el venezolano, el cubano y Maradona son los rostros del triple misterio de la Santísima Trinidad.

En la televisión, su juguete preferido, se divierte poniéndose chulo –desnudando sus debilidades, más bien- y encorajinándose entre el público que aplaude con cuidado para que no se vean los hilos. Le gusta criticar, insultar, cantar, lucir refranero y reír, levantando la mano. Habla con la boca grande, orgulloso de su prepotencia, hundiéndose cada día más en la mentira. Y, lo mejor de todo, aprende inglés, para retar a su archienemigo George Bush o el “señor Danger”, como él lo llama, dejando regalos de este tipo:

“Señor Danger, voy a hablarte en inglés, en mi mal inglés, bad english. Come here, si te atreves. Ven aquí, cobarde. Eres un alcohólico, eres un asesino. Genocida, genocida, eres un genocida”.

Digno comentario de un hombre que, en un maravilloso alarde de coherencia, lleva a cabo los mismos crímenes que George Bush en el exterior dentro de sus propias puertas.

Postpost: Dedicado a la gente de Venezuela que ha visitado este blog.

Postpospot’141596…: ESTE ES UN MENSAJE IMPORTANTE PARA TODOS VOSOTROS. Dado que, probablemente, mañana o pasado mañana, si no urdís algún boicot, este blog rebasará las 500 visitas, la Dama de la Rosa me ha planteado –y yo he accedido- lo siguiente: en agradecimiento a vuestra fidelidad, aprovechando esta oportunidad numérica, os proponemos que nos mandéis vuestros posts a la dirección de correo que aparece en esta página. Es decir, queremos otorgaros la voz para que mandéis vuestras opiniones acerca de lo que os importa, y no sólo comentar lo que unidireccionalmente aquí creamos.

La idea es esta: recibiremos durante media semana (hasta el domingo 26 de marzo, tras el cual entenderemos que no os interesa crear nada) vuestros correos y los publicaremos a partir del lunes por orden de recogida. El tema será libre pero su extensión no deberá rebasar las dos páginas en word, a letra Times 12 y con interlineado sencillo. Podéis incluir fotografías.

El texto aparecerá firmado como gustéis, esto es, con vuestro nombre verdadero o con el seudónimo que queráis. Por favor, sed honestos y enviad sólo un post por persona. Y no olvidéis que lo que escribáis será sometido al juicio de los visitantes de este blog.

Para cualquier duda, podéis escribir a la misma dirección. Muchas gracias por leernos, esperamos anhelantes ser vuestros lectores,

Cabaleiro Sentai & Dama de la Rosa

lunes, marzo 20, 2006

El sueño de Adam Smith pisa Galicia

La globalización abre las puertas más pesadas. El fenómeno multinacional o transnacional es ya inexorable, aceptémoslo. Ni siquiera el más proteccionista de los sistemas es capaz de contrarrestar hoy el envite de esta poderosa marea económica occidental. Boyantes, arrastrados o ahogados, todos estamos inmersos en este océano planetario que tiene esencia de futuro.

El sueño más dulce de Adam Smith o David Ricardo va tomando forma en todas las esquinas, incluso en aquellas donde el despunte de la industrialización es sólo una pegatina de “Galiza Nova” en el mango de un apero de labranza. Nadie podía imaginarse –ni Rodrigo Rato en su sillón de cuero- que el devenir comercial transoceánico se adentraría en la costumbre más arraigada, en el corazón más verde: la Galicia rural.

Hace tiempo que la ternera gallega, nuestra rubia Claudia Schiffer o la carne con carné (qué elegante, sutil e inteligente eslogan publicitario), está condenada a la extinción. Parece ser que a nuestros ganaderos, en un ejercicio de proxenetismo exótico, les tira más ahora lo asiático. ¿Quiere decir esto que, en un arrebato de profanación, hemos secuestrado cientos de vacas indias? No, la búsqueda es todavía más sorprendente. Nuestros prados, esa extensión de hierba verde y vacas castañas, han sido abordados por un extraño cuadrúpedo: la búfala.

¿Búfalos en Galicia? Sí, búfalos. El interior de Lugo, como una llanura texana, es el hábitat predilecto de estos animales. Lejos quedan ya las tiernas súplicas del nieto: “Abuelo, ¿puedo ver la vaquiña?”. El presente y el futuro se tiñen de un: “¿Puedo acampar en la finca y cazar búfalos?”. Y qué inviernos más calentitos, bajo las mantas de piel. Sin olvidar el adiós de las boinas tradicionales, son necesarias alas en el sombrero, cowrapaz. Xan es ahora John, John Wayne, “como o das pilículas”, el campo como un largo peregrinar. ¿Y los indios –poniéndonos maniqueístas-? Cuatro tuneros con crestas engominadas que montan scooters y no caballos y que fuman porros en lugar de pipas.
¿Pero qué nos proporcionan los búfalos más allá de una nueva idiosincrasia? ¿Carne? Te equivocas. ¿Piel? No. ¿Pelo? Tampoco. ¿Leche? No exactamente. La leche de búfala es dos veces más cara que la de vaca, por lo que su comercialización no sería rentable. Mas aquí nace la primera manifestación del milagro de la especialización por países: la leche de búfala no se utiliza para consumo directo sino para… ¡hacer mozzarella! Sí, porque el mejor queso de este tipo proviene de estos animales.

Olvidemos el Parkinson de nuestros actores en el “pero home prevenido vale por dous…”, huyamos del yogur multisabor, digamos adiós a la vaca que ríe sin perilla. Saludemos a la nueva pizza “barbacoa”, más genuinamente americana que nunca, con mozzarella de búfalo: (reconstrucción) “¡Mmmmmmm! Little Rose, this is a fucking great pizza!” (“Carallo, Rosiña, que ben che quedou a comida”). ¿Galicia, terra de meigas? Galicia, tierra de chamanes.

El ejemplo más claro de que la globalización se desplaza imparable. Más que nunca, es una embestida a cuatro patas, negra, peluda y con cuernos vueltos.

domingo, marzo 19, 2006

Cumpleaños feliz

Si el “Daily Telegraph” británico fuese un periódico de una larga carrera imparcial, hoy Irak recibiría el mejor regalo de todos en el tercer aniversario de la invasión aliada. Según el rotativo, EE.UU. y Reino Unido (eso es ampliar mucho el espectro, digamos mejor George Bush y Tony Blair) se habrían planteado la retirada total de sus tropas desplegadas en el país asiático. Este repliegue se haría de modo gradual y no terminaría hasta el año 2007, en el que la presencia militar se reduciría a ojeadores internacionales de las Naciones Unidas.
Lástima que el periódico se desenvuelva en un mercado comunicativo en el que el amarillismo o el sensacionalismo son el pan de cada día. En virtud de este gran error, el futuro de Irak, al menos a corto plazo, está destinado a la misma rutina sangrienta de la que nos empapamos noticia a noticia, enfrentamiento a enfrentamiento. Los soldados británicos y estadounidenses permanecerán en el territorio hasta que la situación mejore, es decir, hasta que la paz y la democracia, supuesto nombre de sus balas, se impongan definitivamente.
No obstante, más que el optimismo, lo que está reinando en la zona es el escepticismo y, sobre todo, al final del trayecto, el dolor. Situaciones en las que nos solemos caer cuando nos metemos en una historia desconocida: invadimos un país, derrocamos a su líder y, a la hora de instaurar un régimen de poder, en lugar de equiparar la presencia de las etnias en el gobierno, optamos por uno de los dos grupos mayoritarios para salvaguardar la estabilidad. Por supuesto, tú dale privilegios a un sector de la población que el resto te lo agradecerá con atentados, asesinatos a sangre fría y torturas.
¿Qué hacer entonces? Descargar la ira de nuestros helicópteros y misiles, tanques y ametralladoras, contra la insurgencia. Esto es, al borde de una guerra civil, pacificar ejecutando muertes. ¿Vidas de soldados o terroristas iraquíes? No, hombre, si podemos acabar con civiles en un “¡ups! Se me escapó” hagámoslo, no vaya a ser que luego se conviertan en feroces luchadores.
Hoy incluso boicotean mis imágenes. ¡Blogger genocidas!
Después de tres años en que los entierros han corrido a cuentagotas y, a veces, a borbotones, ¿no se han dado cuenta de que lo que realmente perturba la paz es su presencia allí? Tanta democracia detrás de una mira telescópica, tantas libertades en el brillo cortante de la metralla han convertido la misión en una gran paradoja o en una gran certeza. ¿Qué estáis haciendo? Provocar el desastre, que es el peso del orgullo o el egoísmo de no querer reconocer los errores propios. No claudicamos aunque estemos confundidos, vale más perseverar en las estupideces que entregarse a una derrota que, más incluso que en Vietnam, es totalmente patente.
Y lo peor de todo no es el ridículo ejercicio de autoafirmación, sino la utilización de las excusas más hirientes en los sueños de gran dictador: “Con la invasión hemos librado a América y al mundo del terror de Saddam Hussein”. Siempre el altruismo universal por encima de todo. Gracias, señor Bush, ahora ya puedo salir tranquilo del búnker polvoriento debajo de mi cama, el demonio está siendo juzgado, las flores renacen y el arco iris de la paz cruza el ocaso.
Nunca he sentido tanta vergüenza de la “civilización”. Por favor, por favor, que nadie vuelva a utilizar mi nombre para justificar la masacre.

sábado, marzo 18, 2006

La verdad en el modo más crudo

Desde siempre he sentido curiosidad por comprender el dolor de los deportistas en las grandes lesiones. Quería saber qué fuerza los impulsaba a gritar de esa manera, qué se escondía detrás de esos tobillos, esas rodillas que se doblaban como papel al viento, leves, flexibles. Pero, sobre todo, deseaba encontrar la razón que justificase una acción que me parecía enteramente ridícula: ¿por qué los jugadores, cuando reciben un fuerte golpe, se llevan las manos a la cara en lugar de al punto atacado? Evidentemente, esperaba hallar las respuestas a mis enigmas en la distancia.

Sin embargo, la fatalidad me ha llevado a golpearme de frente contra la verdad. Ayer, durante el entrenamiento, sufrí una de esas inverosímiles lesiones que, superando los límites de nuestra grima, contemplamos en la televisión con los párpados en media asta. Me refiero a esas increíbles torsiones de músculo y hueso, la pierna en V o en parodia de la niña de “El exorcista”, que no alcanzamos a entender cómo se producen. Ahora, por desgracia, conozco el porqué: por gilipollas.

Porque no hay nada más gilipollas que ir corriendo y, sin razón aparente, provocar una consecución de cataclismos físicos: el pie resbala y transporta al cuerpo pero, de repente, se ancla al suelo y toda la masa, despistada ante este cambio en la coreografía, sigue el ritmo de la inercia. El resultado es que el tobillo se pliega de tal modo que desplaza el arco del pie hasta la frontera de la canilla. Y, en ese último instante, un sonido crujiente que sube desde el hueso. Como si todo el movimiento hubiese sido un aplauso de pierna y pie.

Creo que lo más doloroso de todo no fue la rotura en sí, sino contemplar cómo el pie desaparecía tragado por la baja pierna. Eso, antes de que el dolor llegase, me previno del sufrimiento que iba a padecer. De hecho, mi primer grito se produjo antes de que el estímulo propiamente dicho se hubiese cerrado. Luego ya habría tiempo para acompasar los berridos.

Los exabruptos siguieron una línea escatológica y religiosa. Se iniciaron con una súplica a los cielos: “¡Dios!”; que no obtuvo respuesta, por lo que el rencor habló hacia lo divino como totalidad: “¡Me cago en Dios!”; para luego descender hacia la carne del Padre: “¡Me cago en la hostia!”. Por último, el griterío se volvió profano con una retahíla de “mierda”, “joder” y “¡aaaahhhh!”.

Mas, ¡ah, grandioso momento! ¿Qué es lo que sucedió con mis manos, a dónde se dirigieron? Era necesario estar atento al origen mental de cualquier movimiento para descubrir uno de mis mayores misterios vitales. Primero, se deslizaron hacia la parte acuciada pero no tardaron en volar al rostro. “¿Por qué?”, me preguntaba. ¿Era algo que hacía inconscientemente empujado por la costumbre de una larga exposición televisiva? Mi respuesta personal es esta: necesitaba taparme los ojos y la boca, incluso morderme las manos para, tal vez, huir de aquella forma de dolor. Incluso con mística se me pasó por la cabeza la imagen de Julio César mordiendo un palo durante un ataque epiléptico. La agonía alucinógena de un llorón.

Todo terminó en una nube solidaria de jugadores asustados por la escena: “Pablo, ¿estás bien? Joooooder…”. “Tranquilo, no pasa nada” (obsérvese la terrible contradicción existente ente el “jooooder” y el “no pasa nada”). “Quitadle el calzado”. “Levanta la pierna, ¿te duele?” (noooo, qué va, estoy pensando en hacerme lo mismo en el otro tobillo, por el simple goce de entregarme a la simetría). “Traed hielo”. “Venga, un rato a la banda y que entre otra vez” (¿pero a qué hora llegaste tú, chaval?). Sumido en unas molestias horribles y, tal vez, para huir a un mundo feliz de buen humor, yo no paraba de gritar: “¡Morfina, morfina! ¡Traed morfina!”. En fin, un cuadro surrealista de final indeseado: adiós a la temporada.

Por eso todo este relato, espero que os sirva como referente para entender el sentir de la pierna que se parte por la mitad o el interrogante de las manos que no se dirigen al dolor, sino a las lágrimas. No busquéis más una experiencia personal.


Postpost: Seré gilipollas…

viernes, marzo 17, 2006

Los infinitos recovecos de la música

Y dijo Moisés, más o menos: “Bajé y allí se encontraban todos, adorando sacrílegamente a un asno de oro”. Lo cual significa: “Creía haberlo visto todo, ¡ay, carallo! Cómo me equivoqué”.

La vida está llena de mezclas sorprendentes: merluza cocida con “Licor del Polo” y hojaldre, carbón + calor = diamante, Ronaldo y el matrimonio, Bush y un discurso sobre los Derechos Humanos, Suecia y un alto índice de suicidios (¿los asesinatos allí se contarán como suecidios?), Jesulín de Ubrique y la música, una cocina y Gran Hermano, Urdaci y sus piropos toreros a María Teresa Campos de irrefutable metáfora erótica, etc. No obstante, siempre, incluso en el más gris de los espacios, hay un lugar para la imaginación, la verdad y la luz. O, al menos, como en el caso que vamos a tratar, para la procreación más bastarda.

Os propongo un experimento. Reflexionad ante este hipotético anuncio clasificado:

Se busca varón de 32 años, cantante heavy y patinador sobre hielo. Imprescindibles: presencia Melendi y conocimientos de guitarra española. Absténganse alcohólicos y drogadictos. Objeto: creación de nuevo estilo musical.

¿¡¿Nuevo estilo musical?!? Llamadme elitista, si queréis, pero, más allá de un laborioso espíritu melómano, existe también, por suerte, un vago sentido común. ¿Qué clase de “género” –que no engendro- puede resultar de este tirante cruce de contrarios: cantante heavy-patinador sobre hielo, presencia Melendi-no ser alcohólico o drogadicto? Únicamente un nuevo atentado contra la Humanidad, como permitir que Ana Obregón haga la fotosíntesis.

El crimen universal en cuestión tiene un nombre: “Rumbatton” (supongo que es, en parte, revelador). Se trata de una aberración natural, uno tras otro, los componentes de “Los Chichos” y “Iron Maiden” traspasaron la barrera vaginal de la autora del “Papi chulo” y, tras orgiástico encuentro, surge esta nueva forma musical. Base “reaggetton”, guitarra española en rumba y, lo mejor de todo, voz heavy para un estilo que ya ha causado furor en Latinoamérica. Sí, hijos míos, “furor”.

El culpable de todo esto, un tal Huecco, es decir, el heavacho con rastas, patines, madera y cuerdas. Un talento sin parangón en la Historia de la música del siglo XX, que pasea su busto junto al de Stravinsky, Elvis o Jim Morrison. Con la inmortalidad asegurada, recemos para que su fecundidad creativa no sea tan pródiga. ¿Nos lo merecemos, acaso?

Postpost: Me intriga cada vez más el sufijo “ton”. ¿Querrá decir “base percutida redundante sobre letra machacona, trivial o sexual y repetitiva”? ¿Habrá creado la diáspora gallega el “Muiñeiratton”? Si la respuesta es negativa, propongo un tema de actitud absolutamente plagiadora sobre la base del hit “Gasolina”, el estribillo sería este: “Dame máis, Carolina”.

jueves, marzo 16, 2006

Mujeres, mujeres, mujeres con energía

Después de lo –dejémoslo en- “indescriptible” de ayer, tenía fuerzas, inspiración y tirón corporativo suficientes como para seguir hablando de mi par, mi espejo, la mujer. Pero no en los términos de fenómeno natural del post previo, sino en el marco de un feminismo sufragista y moderno.

Así pues, me enorgullezco al afirmar que esta ha sido, sin duda, una gran semana para nosotras. El Día de la Mujer, con el eco de un anteproyecto de ley, ha marcado el punto de salida de una pequeña carrera que alcanza esta noche un peldaño, de alguna manera, significativo, con el estreno de la segunda temporada de “Mujeres desesperadas” y la nueva serie de TVE “Con dos tacones”, ambas con incuestionable protagonismo femenino.

Antes de eso, no obstante, hemos tenido que pisar algún orgullo para demostrar nuestra energía. La jornada pasada, el hemiciclo recordó sus peores momentos de recreo de reformatorio. Zaplana, en una desafortunada intervención en la que lanzó el típico dardo envenenado
marca PP, provocó el revuelo en los escaños del Congreso: “Señora vicepresidenta, a usted, que le gusta tanto disfrazarse, a ver cuándo se disfraza de vicepresidenta del gobierno para llevar a cabo sus tareas”. Algunos aplausos, pero sin llegar a las ovaciones del jefe Rajoy.

En el bando atacado, silencio sepulcral, aunque en la mirada de De la Vega podía intuirse: “Cuando tú te quites las mallas de Batman (y Acebes las de Robin)”. Zap(e)plana seguía erre que erre con el argumento, coreado por un desconocido rostro a su derecha que se dirigía a los socialistas con un “¿Qué pasa, qué pasa?”. Sólo le faltaba decir: “Me he quedado con tu cara, sal fuera si tienes huevos”. Peleas de niños hechos políticos. Con una diferencia.

Esta vez, en lugar de tirarse de los pelos los unos a los otros como de costumbre, una marea femenina abandonó sus asientos en señal de protesta contra las improcedentes palabras del popular. Únicamente regresaron a sus puestos después de que la vicepresidenta regañase a su rival con una respuesta de esas que pinchan: “Prefiero esto a la foto de las Azores”. Pequeña victoria.

Y, esta noche, de postre, para empaparnos definitivamente de féminas, “Mujeres desesperadas” y “Con dos tacones”. De la segunda, es difícil una opinión porque, a priori, el error es siempre más firme. Decir tan sólo que entre las protagonistas se encuentra Lorena Verdún, con todo el juego subliminal que ello puede aportar.

En cuanto a la primera, su calidad es indudable. En EE.UU. su éxito ha sido más que palpable e, incluso, no sé si para bien o para mal, ha hecho adepta a su causa a la mismísima Laura Bush, que se autoafirma fan de la serie y una “mujer desesperada” más (no es de extrañar, vista la carne de su plato). En España, si su paso no ha tenido la correspondencia de una audiencia masiva, sí ha construido una comunidad de fieles que recibirán con gran alegría la vuelta del serial.


Susan, Lynnette (Felicity Huffman, con su Globo de Oro y su nominación al Oscar por “Transamerica” bajo el brazo), Gabrielle, Bree y Edie han regresado para demostrarnos el espíritu peculiar de las mujeres del presente. La urbanización de Wiseria Lane temblará de nuevo bajo el poder de los tacones más afilados. ¡Mucha suerte!


Fdo.: Paula, la Dama de la Rosa, flor infatigable




A-ante-bajo-con-contra-de-desde-en-entre-por-sin-so-sobre-tras post de nuestro querido Cabaleiro Sentai: ¡Tercera temporada de las “Chicas Gilmore” ya!

miércoles, marzo 15, 2006

Fenómenos de la naturaleza

He visto caminar a dinosaurios, he sentido terremotos, he volado en el ojo del huracán, me he subido desnuda a la cresta del tsunami pero nunca he contemplado una fuerza tan extraordinaria como ésta. Un auténtico fenómeno de la naturaleza:
http://www.yonkis.com/media/cytheriayummi.wmv
Estoy convencida de que estas imágenes -son duras, lo sé, pero debéis contemplarlas en toda su longitud y esencia- marcarán un antes y un después en la historia de este blog y, más allá, en la tentación conyugal de muchos hombres. No son de extrañar los espasmos finales de la joven y, ya al final del vídeo, el parte de guerra es profundamente revelador del milagro.
Si Moisés se hubiese enfrentado a mares tan poderosos, África y Asia serían dos piernas de mujer y el Papa Nacho Vidal.
Postpost de la Dama de la Rosa: siendo sincera, jamás me hubiese imaginado prodigio semejante. Hombres, aprended; mujeres, confesadme si estoy soñando o no.

martes, marzo 14, 2006

Fútbol, deporte canciller

Con el Mundial de Fútbol a la vuelta de la esquina –el árbitro pitará antes de que estemos todos morenos, el 9 de junio-, Alemania tiembla ante al deshonra que le puede llegar en su propio salón. Los malos resultados de la selección nacional en los amistosos de preparación han colmado de desesperanza y agitación el corazón de nuestros cívicos primos teutones, que ven peligrar su imagen internacional ante la fatalidad o falta de entrega de los componentes del equipo que los ha de representar.

Esta pérdida del “rumbo deportivo” alemán, como diría Florentino Pérez, ha alcanzado cumbres borrascosas y se ha convertido en una verdadera cuestión de Estado. Tanto ha escalado, hasta tal punto se ha sobrepuesto a lo mundano, que los oídos de la canciller Angela Merkel todavía retumban entre los ecos. La determinación de la rubia y no top model dirigente ha pesado e, incluso sorda, está decidida a intervenir por la salvación de la patria.

En este sentido, mañana se celebrará en Berlín una cena en la que participará la propia mandataria junto a diversos dirigentes deportivos entre los que estará, o debería estar, el otrora goleador del Bayern de Munich y de la selección alemana y actualmente preparador nacional, Jurgen Klinsmann. Y “debería estar” porque, últimamente, se le ha dado por escurrirse cuando las cosas se ponían tensas, como tras la derrota 4-1 contra Italia (recuerda un poco a la “bronquitis” de Otegi, vigilado por un ¡médico forense! ¿Tendrán miedo de una milosevicada?).

En la cita, entre cervezas y salchichas, se eructará, se olerán sonoros pedos y los escrotos serán firmemente rascados. Se creará, de este modo, la atmósfera ideal para hablar de fútbol y, dentro de ella, intentar, utópicamente, enderezar el navío germano, náufrago de una mala racha. No obstante, mucho me temo que Angela, no por su condición de mujer sino por su falta de carné de entrenadora, no será capaz de decidirse por un sistema de juego claro. Es más, con la cantidad de schroederianos que hay en su grupo de gobierno, por lo ajustado de su victoria electoral, cada decisión podría convertirse en un intenso debate parlamentario: “¡Ballack de medio centro… ni hablar! Lo necesitamos como mediapunta, debemos optar por un 4-5-1”, “De eso nada, exigimos un referéndum”. Hala, y toda la nación a votar: “Envía un sms con el texto “4-5-1” al, qué casualidad, 451, o bien con “¡Merkel a la cocina!” al mismo número. Entre los participantes en el referéndum se sortearán dos entradas para el partido de cuartos de final en el que España quedará eliminada”.

Pase lo que pase en la reunión, gane o no Alemania su Mundial, lo cierto es que no deja de ser significativa la relevancia que el fútbol ha logrado alcanzar en el presente. Como el más astuto de los trepas, este asunto ha llegado, sin duda, a lo más alto, perturbando la tranquilidad de la más moderada, eso dice ella, de las gobernantas. La revolución está ahí.

Aquí, me cago en no sé qué ya, iría la imagen. El problema es que mi infame-desquiciadora-impaciente-frustrante-lenta-infiel-maquiavélica-prostituida-cara-de cenicienta (a partir de las 0.00 horas se acabó)-tecermundista-preñada conexión está de antojo hoy y no me permite subir nada.

Postpost: ¿Os imagináis a Zapatero discutiendo con Luis Aragonés la alineación de España?

lunes, marzo 13, 2006

Injusta condena contra la Belleza

El estilo periodístico del “Diario Marca”, en su vertiente más artística, ya conoce su primera pena económica: un total de 2000 euros, si bien, en principio, la parte perjudicada reclamaba 30050. La Audiencia de Sevilla ha rebajado la multa alegando que ha habido un abuso de términos por parte de la damnificada. Jamás, pero vayamos por partes.

En primer lugar, definamos el “estilo Marca”. Se trata de esa forma de periodismo visual tan agudo, tan sutil como un susurro, sabio sin rival, plástico y magnético, irredento, hecho para ser amado por el pueblo, una risa libre que vuela. Qué grandes titulares: “Khantada”, “Se come la liga” (Roberto Carlos en un zoológico rodeado de leones), etc. donde la metáfora fluye casi de forma invisible, en un magnífico ejercicio de poesía, a la vez, inteligente y vanguardista. Con qué alegría es devorado el panfleto, los atracones son de infarto: esas letras tan grandes y tan coloridas, apetitosas como el más dulce de los pasteles, se deshacen en el paladar de la neurona receptora que, en un intenso debate con la otra neurona superviviente, discute el significado del barroco juego de palabras del titular. La portada del periódico como el Teorema de Poincaré, soberbio.

¿Adivináis dónde se ha expandido con fuerza este estilo peculiar? Sí, cierto, cómo no, en la sección de Deportes de mi amado informativo de Antena 3. Incomparable fusión de imagen y guión escrito: “El tiempo no pasa en vano para el Real Madrid” (mientras se observa cómo caen las hojas otoñales cerca de la Ciudad Deportiva). Qué onírico, qué profundidad del lirismo, sólo al alcance de las imágenes más simbolistas. Veo asomar una lágrima al rostro de Rimbaud.

Dentro de este clima intelectual rugiente, a algún bohemio periodista se le fue la mano. Su poema, visionario, fue demasiado arriesgado para el público actual. Triunfará, sin duda, en un futuro lejano. David Beckham sacaba de banda en el partido del 11 de febrero de 2004 entre el Madrid y el Sevilla, la jugada quedaba para la posteridad así: “Bajo la atención de la sección femenina del Cuerpo Nacional de Policía, tras repaso visual completo y amago de relamerse”. Los juglares cantarían más tarde la gesta en las calles, versificando con incuestionable dominio de la consonancia y la asonancia:

El Cuerpo Nacional de Policía con atención
Bajo la femenina sección,
Visual y completo el repaso
De relamerse el amago.


Claro, a la aludida, que es una ambiciosa ignorante que no ha leído un libro de poesía en toda su vida, no le hizo gracia esta demostración dignísima de talento literario. Es más, dio pruebas de una bajeza cultural execrable cuando, impulsados por una misma energía creadora que el periodista de Antena 3, sus compañeros le recitaron “bromas” e incluso le “llegaron a perder el respeto”. Con energúmenas así, que sólo ansían el bien material a costa del arte, la sociedad y, con ella, esta nuestra querida España, nunca avanzarán firmemente hacia el futuro.

La Audiencia, afortunada en parte, ha meditado oportuno rebajar el ímpetu recaudador de la agente al considerar que se trata de un “distendido comentario que no es un grave atentado al honor” y que debe entenderse en el marco de una noticia que “a la vez informa y entretiene”. ¡Y crea arte! Añadiría yo. Si el órgano judicial hubiese tenido en cuenta este último apunte personal, inevitablemente habría retirado todo castigo. Más bien, se lo habría impuesto a nuestra insulsa antagonista, como represalia a su atentado contra el patrimonio cultural de nuestros poetas.

La Justicia, como ocurre en tantas ocasiones, se ha visto dañada por los más perversos personajes. Desde aquí lanzo este grito al viento clamando contra los injustos:

¡Viva el “Diario Marca”! ¡Viva el telediario de Antena 3! ¡Viva el arte!

domingo, marzo 12, 2006

Kubrick trascendental

Sólo la más concentrada de las inteligencias, el más perfeccionista de los ánimos, es capaz de las mayores audacias. Al igual que el ingenio de Goya, Miguel Ángel o Beethoven, la agudeza de Stanley Kubrick se encuentra más allá de cualquier época. Su estética -su espíritu, al fin- tiene la fuerza de lo desconocido. Por eso, su labor es el producto más profundo de la creación, cercano a lo que en su día proyectó y anheló fracaso tras fracaso el propio Wagner: la obra de arte total.

¿Cómo ha logrado trascender Kubrick el sueño de Wagner, si éste mismo conocía el camino para alcanzar las estrellas pero se deshizo amargamente en el limbo? El compositor alemán, con toda su furia, con toda su pasión, su amor y su grandeza, se quedó en la superficie del sentimiento, en la palabra de la palabra y en la nota de la nota. El cineasta, en cambio, mordió el interior de las cosas, avanzó ardientemente hasta su alma para darle una luz de sombras.

El ejemplo más claro de esta afirmación lo encontramos en dos situaciones de su película “La naranja mecánica”. Concretamente, cuando se utilizan como fondos musicales (¿se puede hablar de fondo o prominencia cuando música, imagen e intención-latido son la misma esencia?) el scherzo de la “Novena Sinfonía” de Beethoven y la obertura de la “Gazza Ladra” de Rossini.

En el primer caso, Kubrick eleva lo que está preso del poder y la belleza. La propia melodía, y armonía, se funde con lo que estamos viendo, pero no sólo como un simple ejercicio artístico sino como una verdadera manifestación de la cosa misma. ¿Es aquí el director un creador o, tal vez, sólo el vehículo de transmisión, la voz desgarradora de todo un mundo oculto?

En el segundo supuesto, el logro es similar en su hondura. No se trata únicamente de utilizar una música que quede bien, hay que rescatar su expresión más cierta y trascendental. Kubrick conoce a Rossini, conoce lo bufo de sus óperas, pero sabe ir más allá. Bucea y descubre que no existe sólo burla, sino que es más bien ironía, sátira. Y, por debajo de todo ello, todavía más: el hombre enfrentado a su condición estúpida que es su raíz misma. Así, cuando es utilizada esta pieza en la cinta, no es admirable por sonar genial y acompasarse como un metrónomo al movimiento de los frames, es sublime en el momento en que desnuda los objetos, la piel y los huesos para mostrarnos la verdad acerca de nosotros mismos. Porque también somos Alexander DeLarge.


Postpost: Dedicado a todos los sofistas que, como Les, han cerrado sus ojos a la certeza más poderosa por una vida de ciegos sin alma.

sábado, marzo 11, 2006

Corrillo grande, obra menor

Decepción, la palabra que expresa una ilusión rota, es lo que, alrededor de la una de la madrugada, sentimos parejamente mi hermano y yo. Acabábamos de ver “The ring”, título al que nos enfrentábamos con una esperanza forjada a base de secuelas. Los comentarios oídos acerca de esta película invitaban al más firme de los optimismos, y nos dedicamos con entusiasmo a la intriga y el terror (creamos, incluso, ambiente para verla, a lo que ayudó, sin duda, el que mi padre y su incongruencia-falta de misticismo-dificultad para seguir guiones no lineales-predilección por el realismo se quedasen dormidos, tiernamente, con su brillante babilla como rastro de caracol).

¿Cómo expresar la frustración del desengaño? Mi propio hermano, asustadizo, aun tembloroso en algunos capítulos de “Smallville”, se paseó por las dos horas con una actitud somnífera: ni sobresaltos, ni gemidos. Ni siquiera el pasillo oscuro hacia su habitación fue un hombre del saco. En cuanto a mí, gasté vagamente mis energías en implicarme dentro de la historia. Inmunizado como estaba, por el conocimiento de las tramas gracias a la visión previa de “Ringu”, la versión japonesa, no me pude dejar arrastrar y me aburrí sonoramente.

Al menos, como Portugal, siempre nos quedará la señorita Watts. Si en lugar de ella la protagonista fuese Rosy de Palma… ¿qué sé yo? Tal vez, hubiese dado más miedo, pero a un alto precio erótico. Paralela y frívolamente, el tío tampoco estaba mal, pero nunca se debe caer en la tentación de ver una película sólo por la estética de sus actores. Si más allá encontramos nada o muy poco, habremos fracasado como espectadores neuronales.

A fin de cuentas, atravesando un argumento que, en cierta medida, está trabajado, una construcción artística envidiable y una banda sonora al uso, llegamos a una meta bien hecha, pero nada más (está bien, claudicando, “un soplo de aire fresco en esta vertiente del cine”). No podemos procurar emoción o recuerdos. Además, para flirtear con la náusea, cae en los errores –otros llamarán “firma” del género- o topicazos con el don de la ubicuidad: el teléfono como lazo entre el bien y el mal y el enésimo puto niño-ojeroso-con restos de bacilo de Köch en su voz cuya ambigüedad moral lo convierte en arcángel. Personalmente, odio a estos últimos personajillos y sus carreras profesionales. ¡Malditos Joselitos del Teatro Kodak!

La sentencia: una decepción con millones de seguidores. Anda, como Bach.


Postpost: Ahora entiendo, como en un espejo, tu salida del Teatro Principal tras “Ringu”, Fátima.

viernes, marzo 10, 2006

Idiosincrasia callejera

Una semana y contando…

Ni Mayo del 69 francés, ni Movimiento Estudiantil de Tinananmen. Para contemplar una única y valiente marea humana juvenil, transida por un mismo sentimiento, nos tenemos que rendir al culto etílico, a la veneración del santísimo Macrobotellón de Madrid. Y es que, como suele ocurrir en este país, el estómago (y la garganta) se ha impuesto como modelo cultural. De este modo, lo que de aquí a una semana suceda, en la noche infinita, marcará un antes y un después en la Historia de España: hemos perdido Madrid 2012, sí, pero ganaremos Madrid 2’012 (cielo santo, tengo que dejar de ver Buenafuente).

Como un sábado de grandes dimensiones, el ritual ubicuo y dionisíaco se impondrá en las miles de personas que colapsarán las calles de la capital. En primer lugar, el Gadis, como un templo anhelante, recibirá a sus fieles para agasajarlos con sus elixires: cartón, plástico y vidrio, la escala de valores en que se mide la borrachera, serán las presas de unos dedos que se enfriarán luego en los cubos de hielo.

Armados hasta los forros, la reunión comienza a tomar formas, sonidos y aromas. Qué bonito verlos vomitar al unísono, qué meadas solidarias –siempre es mejor en compañía porque, como dice el refrán. “Onde mexa un portugués, mexan dous ou tres”- y qué eructo multitudinario, como una gran fosa común, el que se repite en todas las esquinas. ¿Y qué me decís de los depredadores de ocasión? Nunca tendrán una oportunidad mayor de cazar animales: las discotecas tienen un comienzo y un final pero ¿toda una gran ciudad…? Qué sabana de piedra y electricidad.

Y qué banda sonora, como los conciertos al aire libre de Viena, con los chicos del coro en sus oraciones: “¡Alcohol, alcohol, alcohol, alcohol, alcohol! ¡Hemos venido a emborracharnos, el resultado nos da igual!”. Amén, hermanos. También la percusión martillea y las guitarras ouvean, los Trotamúsicos están lejos de Bremen pero cómo Beben. Hace frío, pero Tonto el Burro se escuda en su “inífuga, tío” y en su novia, hoy más alta que él, pese a la gomina.

¿Qué más da? No sólo los tuneros se expanden en las avenidas. Los universitarios buscan créditos de libre configuración, perdidos en un funcionariado fraternal. Emancipados y ya heroicos, se entregan como niños a los juegos de la noche: “El lolailo”, “Marcianito, marcianito”, “Yo nunca he…”. Ah, pajilleros, las verdades se pagan a cubatas, ahora lo sabéis. El riesgo se traga en vasos de plástico y la sed muere porque todo es bebible, si los grados se acaban “nos beberemos el agua de los charcos”, confiesan algunos a los cíclopes de la televisión.

¿Cómo resistirse no sólo a las cataratas del alcohol, sino a la llamada tan humana de la cadena de internet (fuente: El Mundo)?:

Si rompes esta cadena, te morirás de cáncer y no volverás a follar el resto de tu puta vida.

Si tengo un cáncer, poco tiempo tendré ya para follar. O quizá se refieran a una nueva tipología, el cáncer de castidad. “¿Qué te pasa?” “Me muero, tengo cáncer de castidad” “Lo siento, pasa mucho en los conventos”.

Nuevas patologías o no, la juventud se tajará en Madrid. Los nietos, si el hígado aguanta, oirán el “Yo el vomité en Cibeles” de sus octogenarios, con el orgullo de un cirrótico amarillento que ha aprendido a amar el futuro.

El porvenir nos espera la próxima semana, no le tapemos la boca. Ya lo cantaban Víctor Manuel y Ana Belén:

“Ahí está, ahí está,
viendo ravar a cientos…
la Puerta de Alcalá”.


Posdata: Insisto en la necesidad de que abandone a Buenafuente.

jueves, marzo 09, 2006

Concursante Nº4

"Ayer vi la soledad, el miedo y la tristeza unidas en un solo gesto. Una ola amarga que me cruzó cerrando el telón de los párpados con una energía lánguida.

Ayer vi sombras. Y temblé".

Se escogía a las finalistas de Valencia en el casting de “La churri del Neng”, en Buenafuente. La prueba consistía en declararse al Rey del Progresive y, acto seguido, besar alguna parte de su cuerpo.

La concursante número 4, cifra dudosa, dijo unas palabras que no recuerdo y, a continuación, besó la nariz del Neng. Fue un beso carnoso al que siguió un juego pícaro con la lengua, punta con punta en un movimiento vertical. Actitud que puede pensarse normal y que debería estancarse, sin duda, en esa creencia. No obstante, sin saberlo, aquel gesto me desveló lo más profundo del alma de aquella chica de Valencia. Y con ello, lo más hondo de todos nosotros.

Fue una sucesión ilógica de razonamientos que, sin embargo, me hacía subir por una certeza mayor a cada peldaño:

a) Aquel movimiento con la lengua era similar al movimiento que las actrices porno realizan en la punta del miembro de sus compañeros durante las felaciones.
b) Esa chica había practicado sexo oral y, sobre la base de la observación, había desarrollado una técnica que, muy probablemente, resultaría más satisfactoria para un hombre.
c) Esa chica tenía una sonrisa débil y fea, de grandes encías. Su rostro era parecido al de un ave rapaz. Esa chica no era bella.
d) A esa chica, previsiblemente, no le agradó la primera vez que se la chupó a ¿su novio? Quizá ni siquiera eran pareja, no creo que conociesen sus nombres. ¿Por qué lo hizo, entonces? Tenía que hacerlo. Por ella.
e) Esa chica estaba sola, se sentía terriblemente inferior, desplazada. Se lanzó a por su presa hambrienta, necesitaba retenerla. No podría ofrecerle su belleza, tampoco su inteligencia, pero podía darle placer. Su lengua podía recorrer los genitales de aquel chico y, como una cadena, sujetarlo más tiempo contra ella.
f) Esa chica estaba anoche en Buenafuente. Por lo tanto, la cadena se había roto y la soledad había gritado de nuevo su nombre.
g) En las pupilas de esa chica podía verse la oscuridad, el abismo de su interior. Había traicionado repetidas veces a su orgullo, a su alma y a su sonrisa para vencer al miedo, a la soledad. Era tan frágil que temo que haya sido manipulada. Y más de una vez. Pero seguirá haciéndolo porque la soledad volverá una y otra vez.

Conclusión: Somos puro polvo, tenemos tanto miedo que sacrificamos lo más sagrado por no sentirnos solos, sin saber que la soledad está siempre ahí porque, en la medida en que nuestro corazón y su fuerza nos es desconocida, ni siquiera nosotros mismos podemos ser una voz a este lado. La soledad es un destino triste, pero tan triste como fiel.


Posdata del Cabaleiro Sentai: Esto es lo que sucede cuando dejas que una tía domine un blog. Pronto hablaremos de lo que realmente importa, el Macrobotellón.

Contraposdata de la Dama de la Rosa: Al menos mis posts no están basados en la más profunda ignorancia y desinformación, como el tuyo de ayer.

miércoles, marzo 08, 2006

¡Machismo, no! ¡Paridad, tal vez!

Advertencia, esto sí, breve: El post de hoy es, ciertamente, largo, y pido perdón por ello. Pero su longitud es absolutamente necesaria.

Toda persona con un mínimo de sentido común debe llegar, a la hora de realizar un análisis ideológico a lo largo de la Historia, al siguiente razonamiento o A-B-C político:

Para los partidos tendentes a la derecha tradicional, la economía es un elemento fundamental: si el dinero fluye, el país “va bien”. En cambio, para la izquierda liberal, lo importante es el contenido social: si la gente tiene ciertas libertades, verá de otro modo su propia pobreza.

Este minúsculo dogma me parece muy apropiado para revisar las últimas legislaturas en España. Con Aznar, hemos logrado una carrera económica envidiable, inesperada tras los continuos batacazos desde la Transición. No obstante, lo hemos hecho a costa de un mutismo, una falta de transparencia y una inhibición de las libertades más característicos de los regímenes totalitarios que de las democracias sólidas.

Bipolarizando, Zapatero y los socialistas nos han proporcionado una actitud más humanista (cartas boca arriba, matrimonios homosexuales), con el precio de una inestabilidad que auguro creciente en los próximos años –muchos ya se han arrepentido de votar con la mano izquierda-.




En este ambiente de liberté-egalité-fraternité, la última acción filantrópica del Gobierno ha sido el anteproyecto de ley que promueve la paridad laboral entre hombres y mujeres. Quizá peque yo de superficial, de ignorante, de inmaduro, pero creo que lo esencial de esta propuesta es una soberana estupidez.

Pasemos el tamiz: según la proposición, si yo tengo una empresa, es necesario que establezca una equidad en la contratación de personal directivo. Mi intención debe ser la de buscar una discriminación positiva a favor de la mujer. Es decir, sinceramente, no debo contratar a las personas más cercanas por su capacidad, sino que no me quedan más cojones legales que encontrar a una mujer que ocupe el puesto vacante. Da igual su dotación, si no es hombre, ¡bienvenida al despacho! ¿Acaso no es esta la forma más hiriente de machismo? Tenemos que cortar cabezas para meter tetas, qué ingenio.

No soy un experto legislador y, sin embargo, me atrevo, humildemente, a sugerir esta opción: ¿no será más útil que, antes de posicionar mujeres porque sí, hagamos un esfuerzo por igualar sus salarios y sus condiciones laborales? Ahí es donde reside la verdadera precariedad femenina y donde debemos clavar primero nuestro puño. Colocar mujeres por igualdad las convertirá en mártires, ya que pueden no ser un objeto de deseo y sí una imposición.

Vivimos en un país todavía machista, es evidente, pero la evolución histórica nos devora, la variación está presente en cada esquina, en cada plato. La sociedad, en esto como en tantas otras cosas, está cambiando. Por eso tenemos que estar acertados en nuestros pasos.

Parafraseando a la directora del Instituto de la Mujer que, a su vez, parafraseó a Martin Luther King: “No se puede cambiar el corazón de las personas, pero se puede legislar su comportamiento”. Entonces, legislemos bien.





Después de toda está parrafada débil, no me queda otra salida que apretarme el cinturón. Como mi propuesta popular está todavía menos refrendada que las firmas del PP, al igual que ha sido prohibido fumar en mi habitación, no he tenido más remedio que contratar a una mujer para que escriba en este blog.

Por endogamia, le he pedido a mi madre que nos honrase con unas líneas y este es el resultado:

Te quiero mucho pero esto es una tontería. No tengo ganas de pensar ahora así que déjame en paz.

Derrotado y humillado por mi sufriente parturienta (después de cinco horas de parto y una cesárea nací, proféticamente, de culo), he dejado que mi lado femenino se encargue del puesto. Así, os presento a Paula, Dama Sentai o Dama de la Rosa, que ha posteado y seguirá posteando para vosotros deliciosas palabras como éstas:

He estado revisando el blog de Pablo y me he dado cuenta de que apesta. ¡Oh, Scarlett Johansson! ¡Oh, Susanna Griso! Sucio onanista, promueves la igualdad y, gran paradoja, anquilosas este cuaderno con tus fantasías abominables. Eyaculador precoz, entrénate en la coherencia y madura de una maldita vez. Potencial impotente, seré tu más corrosiva crítica y viviré en la sombra de tus errores para hacerlos táctiles.

De momento, ahí va mi 50%. Esto (dedicado especialmente a Fátima):



Y esto:




No me queda más que anunciaros lo siguiente: ha nacido, para mi castigo y sufrimiento, un nuevo personaje en este blog, la Dama de la Rosa. Como ella misma afirma, me perseguirá y no dejará que tiemble su mano para sacar a la luz todas mis vergüenzas y tristezas. Démosle la bienvenida y… que Dios me coja confesado.


Posdata: Me gustaría proponeros un movimiento filosófico, el quecarallismo. Se trata de un modus vivendi que ayudaría a solucionar las cuestiones sociales más espinosas: “Que los gays se quieren casar, ¡qué carallo! Que lo hagan”. “Que las mujeres quieren igualdad, ¡qué carallo! Son como los hombres”. Así sucesivamente, porque todos somos iguales y ya está, de modo que no quiero que me rompan la cabeza con corporativismos. ¡Qué carallo!

martes, marzo 07, 2006

Coprofagia, oé... coprofagia, oé...

Una de las pocas (dos) costumbres periodísticas a las que me he entregado en mi vida ha sido la de ver, con la mayor asiduidad posible, algún telediario. La otra, si seguimos las teorías de Chexire, empezó hace casi una semana cuando, llevado por un impulso narcisista, empecé mi top-less en este blog.

Para mi desgracia, la pesada práctica me ha inscrito en el círculo engañoso del telediario de mediodía de Antena 3.Me confieso: comenzando por una cuestión de vagancia –apretar un botón en el mando para desplazarnos a otra cadena después de “Los Simpson”- y terminando por una razón estética –esa belleza intelectual del busto de Susanna Griso-, soy yo, como tantos otros ignorantes de la buena comunicación, el que engorda las barras de su audiencia.

El pecado que casi diariamente cometo se convierte en peligrosa adicción cuando, aun reconociendo los males presentes en su médula espinal, no presento oposición y no resisto, como resisto enrocado a Gayoso, a semejante oprobio. Es decir, contemplando y oliendo las patrañas de este informativo no las repudio, sino que las trago gustoso como quien devora ansiosamente las costillas de su churrasco de domingo (churrasco… aaaaaaaaaaaggggggggggggggghhhhhhhh…).

Tres son las vértebras fundamentales de este espacio –si en “Los inmortales” sólo puede quedar uno, aquí siempre tiene que aparecer una-:

a) La noticia “chorras”: es un tipo de información de retrete, de base de prisma del cartón de cereales, de “Ragazza”, “Vale” o “Superpop”, de trabajador que despidieron del CIS por lo espléndido de sus encuestas o de trampolín para el chiste nocturno de Matías Prats. Un ejemplo: Al 25% de los españoles les pone de mal humor estar resfriado. Oh, gracias, qué gran servicio social el vuestro, cada vez que vea a alguien con un pañuelo en la mano me preguntaré, antes de entablar una conversación, si valdrá la pena arriesgarse a recibir una mala respuesta.

b) La noticia alimenticia o, en su defecto, de exposiciones-salones: se trata ahora de ese repaso a las más esotéricas tendencias, desde las lámparas de araña hasta el queso rayado con sabor a ketchup, pasando por la tensa disputa entre la línea modernista actual frente al clasicismo de finales 90 en las mesillas de noche. Esta línea informativa se puede hacer especialmente dañina durante el fin de semana, cuando se produce el fenómeno de la internacionalización: las mismas noticias pero en el extranjero.

c) La noticia autobombo: cómo no, una cadena privada debe ensalzar hasta el menor de sus éxitos. Si podemos escupiros toda la programación de Onda Cero, lo haremos sin miramientos. Dolorosas son las ráfagas de la sección de Deportes cuando juega la selección y la televisan en Antena 3: el mes anterior te lanzan los dardos subliminales y, en torno a las dos semanas antes del “estreno”, te atraviesan con su espada ardiente. Tiene ésta la forma de anuncio de “Gran Hermano”: “Faltan X días”, junto a una música épica y electrónica.

La situación más cruel se produce en el momento en que, como sucedió hoy, estas noticias tipo se aúnan para formar un combo. Bofetada a babor, gancho y patada en los huevos o tiro en la nuca. Mi madre y mi hermano todavía recogen, junto al pescado sobrante, mis entrañas para tomarlas a la cena.


Y, sin embargo, me sigo drogando: “Hola, soy Pablo y veo el telediario de Antena 3”. “Gracias, Pablo” (suaves aplausos de ánimo de mis compañeros de terapia: las que ven “Los cazatesoros”, los seguidores de “Cantas o qué”, los que desmenuzan “Esta cocina es un infierno”…).

Por eso, por la vida de un hombre miserable, lo sé, os pregunto, ¿alguno de vosotros conoce alguna televisión de desintoxicación?

lunes, marzo 06, 2006

Amar

Belleza: “Propiedad de las cosas que nos hace amarlas, infundiendo en nosotros deleite espiritual”.

La observo lentamente, pausadamente, bobamente, […]mente.
Los ojos como dientes.
La respiro.
En el centro de mi pupila crece, desborda.
Presa y libre.
Belleza imperfecta.

¿Mienten mis manos, mi piel… si la reconocen así?

Quizá lo haya confundido todo.
Quizá no debí mirarla de ese modo porque la he asesinado.

Y todavía… más allá, más allá sé que… dentro del océano de mi iris ya azul, ya negro…

Al devorar los ángulos con el alma
morirán, sí, tu cuerpo y el mío,
pero amar será infinito

¡Me gustas en los dedos y en el remolino de la boca!

...

Siguiendo la anticipación de ayer, era necesario, siendo honestos con nuestras promesas, que hoy hablásemos de Scarlett Johansson. Lo escrito anteriormente es un pequeño homenaje a cualquier pensamiento que nace sobre ella, porque lo que vendrá a continuación trivializaría mis sensaciones y no sería digno abordarlo sino cuento con una mirada distinta que evite toda profanación.

Y es que, presionado-motivado por la audiencia, me veo en la obligación de hacer mi enésimo experimento sociológico (posturas al dormir, posturas en la micción, ropa interior bajo el pijama, etc.). Como toda actuación de encuesta, es necesaria la aportación de un público y ese espacio receptor (mínimo pero, os lo aseguro, creceremos) sois vosotros.

¿Cuál es la cuestión que buscamos? Salir del siguiente debate en el que me encontré sin tener opción de resolverlo: ¿dónde alcanza mayor belleza Scarlett Johansson, en “Lost in translation” o en “Match Point”? Al no haber visto el segundo título, no me sitúo en condiciones de responder a esta pregunta.

Desgraciadamente, lo poco sagrado de este debate –jamás me perdonaré este sacrilegio- no se refiere a una belleza total, sino a una belleza únicamente física. Si optásemos por la primera vertiente, no tendría ninguna duda en afirmar que el personaje que encarna en “Lost in translation” es insuperable: su sonrisa en el ascensor, su manera de fumar, su melancolía secreta y solitaria…

Esperando que Ella me perdone este post infame, os emplazo a que contestéis esta duda y argumentéis vuestra elección. Siempre es más interesante hacer las cosas interactuando.


Recordad, escojáis lo que escojáis, no dejéis que se maten entre ellas.

domingo, marzo 05, 2006

E.S.O. y sexo

Los derroteros hacia el funcionariado o “sueño español” son enrevesados. Precisando, si tu universo es la docencia, acabas siempre tropezando con especímenes extraordinarios: ¿profesores? ¿Directores? ¿Psicólogos? ¿Ministros?... También ellos, aunque en este caso concreto nos referimos a los alumnos, nuestros jóvenes.

Un aula de Secundaria es un target específico que te proporciona mucha sabiduría social. Por ejemplo, circulan rumores acerca de que los chicos de hoy, por muy tempranos que sean, se nos muestran en todo instante precoces, como si ya estuviesen de vuelta de todo. Está bien. Entonces, experimentemos:

Supongamos que nos encontramos en una clase de Diversificación Curricular, con pupilos de edades comprendidas entre los 16 y los 18 años. Iniciamos una unidad didáctica sobre sexualidad. Se colocan en círculo y reciben una hoja en la que hay una pregunta sobre sexo que deben responder. A continuación, la pasan al compañero de al lado hasta que las diez cuestiones hayan sido resueltas por todos.

Luego, cada alumno revisa las contestaciones de los demás e indica con cuáles no está de acuerdo. La labor del profesor es detectar las respuestas más castigadas y fomentar el debate entre las distintas posiciones enfrentadas. De este modo, se promocionan los comentarios sobre sexo evitando cualquier tipo de tabú e intentando eliminar dudas, ofreciendo finalmente una visión global con conciencia.

Vertamos ahora, como práctica plausible, algunas perlas de los chavales:

Pregunta: ¿Qué es el sexo?

- Introducir a Carlitos por la almeja pero siempre con condón.
- Echar un polvo bien echado, se pone el condón en el pene y empieza la fiesta para adelante y para atrás.
- …

¿Cuál es la finalidad del sexo?

- Pasarlo bien y follar, pero con una tía que esté buena no una cerda.
- Hacerlo, pasarlo bien, tener gustirrinín, hacer abdominales y adelgazar tres kilos.
- …

¿Pueden mantenerse relaciones sexuales con personas que no son tu pareja?

- Hombre, claro, los médicos te lo recomiendan.
- Sí, es mejor porque así no lo haces siempre con la misma persona y, si está buena, muchísimo mejor (más placer).
- …

¿Qué son los métodos anticonceptivos?

- Medicamentos como la píldora que son para no quedarte preñada. En fin, que te los tomas después del pitillito.
- Es todo lo que se usa en el sexo o después de él.
- …

¿Cómo sabes si estás preparado para mantener relaciones sexuales?

- Cuando el pajarito esté de pie.
- Cuando te masturbas y sale semen o cuando estás muy a gusto con tu pareja y los dos queréis.
- …

¿Qué es un orgasmo?

- Cuando llega el placer, “gemido”.
- Acto de correrte vivo, eyaculación (cuando te sale por la punta ese liquidillo blanco y viscoso que contiene millones de millones de espermatozoides agresivos).
- …

¿La homosexualidad es una enfermedad?

- Sí, porque eso no le cabe en la cabeza a nadie. Yo pienso que habría que ponerlos a todos en un país de África.
- …

Etcétera. Es imposible poner en duda que quizá haya jóvenes que sí estén de vuelta de todo, que lo conozcan todo, pero del mismo modo es honesto aclarar, como se puede observar, que la desinformación los domina: ¿es eso estar de vuelta de todo? Evidentemente, no.

Hemos tomado una postura muy cómoda al afirmar que con los jóvenes de ahora no se puede hacer nada, que son un peligro potencial o patente. No obstante, ¿es acaso suya la culpa de esta tormenta? Yo creo que no, es más nuestra que suya. Nos rendimos al tópico sin ofrecer soluciones, sin presentar batalla, dejando de lado nuestro papel de educadores.

La tarea educativa está por todas partes y a su lomo debemos subirnos. Por supuesto que es sencillo criticar a los jóvenes, claro que es simple decir que son un atajo de delincuentes y borrachos maleducados pero, ¿es legítimo? Desde el momento en que no abordamos el problema y únicamente nos dedicamos a presenciar el incendio con nuestras manos llenas de ceniza, perdemos todo el derecho a protestar por un destino que nosotros hemos construido inexorable.

Enfrentémonos a la situación con cara de perro, no seamos por más tiempo espectadores de este circo violento y adictivo. El futuro está en la acción de nuestros dedos, somos los dueños de lo probable que pasa, ineludiblemente, por amar la educación.


Reloj adelantado: Mañana hablaremos, por fin, de Scarlett Johansson.

sábado, marzo 04, 2006

En Hollywood la gente cae hacia arriba

Gracias a Juan (al que también he de agradecer todo lo que ha hecho por este blog, sin él nunca habría visto la luz), me topé con estos vídeos en el filón llamado YouTube. Se trata de una conferencia a cargo de Kevin Smith -¿y quién coño es Kevin Smith? Sí, yo también me hice esa pregunta-, autor de cómics y guionista de cine americano. Esta sucinta descripción puede que no os sea demasiado confirmadora pero, si os digo que está detrás de “Jay y Bob el Silencioso”, muchos de vosotros lo reconoceréis.

En la ponencia, nuestro héroe Smith llega a la gloria de los grandes oradores. Como el de Cicerón o el de Demóstenes, su discurso arrastra masas pero, en este caso, además hace que te partas de risa. En el primer vídeo, nos cuenta la historia de su flirt con una película de Superman y los seres (peluqueros que se convierten en productores de cine) que se va encontrando en su camino hacia la Guionificación. Es un corte largo pero, si tenéis tiempo, no perdáis la oportunidad de verlo íntegro. No os defraudará.



En el segundo vídeo, narra sus enfrentamientos con Tim Burton después del “caso Superman”, en el que ambos estaban desastrosamente implicados. Más corto que el anterior, tampoco tiene desperdicio.

viernes, marzo 03, 2006

Hay futuro, o no

Miré los muros de la patria mía…

La convención del Partido Popular arrancó hoy en Madrid bajo el lema “Hay futuro”. Mariano Rajoy, el que mueve ahí los hilos o del que mueven sus hilos, aseguró que su organización, entre otras cosas, (estas comillas serán un pecado): “Mira al futuro y no piensa echar la vista atrás […] algo de que lo acusa el Partido Socialista”. Para ello, necesita y pretende contar con el inestimable apoyo de “las nuevas generaciones” –cielos, ¿me habrá señalado?-. Además, aprovechó la coyuntura para defender la Constitución, de la que dijo: “Es fruto del consenso […] y del esfuerzo de los españoles que miraban hacia el futuro” (aquí encontramos de nuevo, en un espléndido ejercicio de raccord, el leitmotiv casi goebbelsiano).

Para motivar esta reunión, se ha escogido la fecha en la que se cumple el décimo aniversario de la victoria de José María Aznar en las elecciones generales. Este triunfo, centro de la circunferencia de algunos actos como el discurso del ex presidente, no hace más que acuciar en mí la necesidad de lanzar esta pregunta: ¿”Hay futuro” o “no piensa echar la vista atrás”, “nuevas generaciones”…? Evidentemente, estos lemas y declaraciones están sacados de contexto pero, ¿no es extraño pregonar el futuro celebrando las glorias pasadas? ¡Qué alarde de perspectiva! Cuando más fácil se está haciendo el que lleven la oposición, más se entierran en los errores de su derrota.

Si los populares son los filántropos que aman la Historia, estos energúmenos son los que se adscriben a ella en tiempos fascistas: resulta que los ganadores del concurso de chirigotas de Ceuta han alcanzado el primer escalón del podio a base de insultos racistas. Estoy absolutamente orgulloso de que poemas del tipo “Los moros son animales” se lleven la fama del Carnaval. Y todavía lo estoy más si, al finalizar su actuación, rematan la faena con ese inolvidable verso “Qué mal lo hizo Hitler”. ¡Olé, y viva España, coño! Alcemos nuestros brazos tatuados con cabras inmortales y gritemos a pulmón desnudo: “¡Muerte al enemigo musulmán! ¡Arriba España! ¡Viva la selección que venció con la gloria de Dios al impuro marfileño! ¡Zarra, estarás, para siempre, en nuestro corazón!”.

Lo más preocupante de todo no es que un grupo de macarras ensucie el aire con sus estupideces. Sí lo es el que un jurado que vigila el contenido de las canciones de los participantes, sabiendo cómo está el patio de niños en este momento, no haga nada por evitar un escándalo de estas características sino que, ironías del poder, otorga el primer premio a los más sucios.

Mientras los años superados nos arrastran por la camisa y Eto’o abandona el césped perseguido por los monos, ¿hay futuro?