jueves, julio 13, 2006

Una carroza

Esta semana, al fin, tuve la oportunidad de ver esa serie tan poco comentada aunque enormemente publicitada que es "Queer as folk". Lo cierto es que fue una experiencia un tanto decepcionante, esperaba algo más oculto en algo que nos llega como aparente novedad: ni los personajes me produjeron empatía, ni la dispersión de reflexiones merecía la pena por no llegar a puerto alguno (monólogos interiores del tipo: "A veces creo que me gustaría ser lesbiana... no, pensándolo mejor, tener que comer coños... ugghhh").
Más bien, ha sido como ver pasar una carroza del Día del Orgullo Gay, llena de colores y brillantina y con la pesadez de un tópico. Nada más que una fiesta de música abakalada, a pesar de que, en el fondo:
Queer as folk: El sexo tiene un peso específico en la trama.
Cine X: El sexo es vital.
Queer as folk: Los personajes se pasean semidesnudos.
Cine X: La ropa no tiene importancia.
Queer as folk: Dos lesbianas se besan.
Cine X: Dos "lesbianas" juntan sus lenguas.
Queer as folk: Los desconocidos se miran a los ojos y se masturban.
Cine X: Los desconocidos se miran y practican sexo oral.
Queer as folk: Si no se pronuncia la palabra "polla" un mínimo de quince veces por capítulo, pierde su esencia.
Cine X: Si no has escuchado la palabra "polla" a los cinco minutos de película, ¿qué coño haces viendo la tele tan tarde? Vete a dormir.
Etc., etc., etc.


Pasar el rato es difícil y sólo nos queda una conclusión: cómo echamos de menos a "House".
Fdo. La Dama de la Rosa, flor infatigable