En la década de los 60, la televisión en España daba sus primeros pasos dentro de la población y, de vez en cuando, conseguía engancharla, hacerla adicta, gracias a alguna que otra importación de calidad.

Este es el caso de "El fugitivo", serie donde el doctor Richard Kimball -David Janssen- huía de la persecución de la policía al tiempo que intentaba resolver el misterio de la muerte de su esposa, por el que, además, estaba condenado.

La expectación que creó en nuestro país fue gargantuesca, hasta el punto de que la emisión de su último capítulo tuvo la mayor audiencia televisiva hasta la fecha. No obstante, dicho episodio provocó un altercado mediático que pudo tener mayores dimensiones.

El mismo día en que la serie terminaba, un diario español publicó el contenido del capítulo final, segando el interés de gran parte del público. Trastocado por esta revelación, el director de programas de TVE intentó por todos los medios que el creador de "El fugitivo" cambiase el rumbo de la historia, para así sorprender a todos aquellos que creían saber su conclusión. Evidentemente, este plan desesperado no funcionó y, sin embargo, los audímetros registraron unas cotas inmejorables, hasta marcar el récord antes mencionado.


Aquel director de programas de TVE no era otro sino Adolfo Suárez.