viernes, octubre 27, 2006

Secuelas

Ahora que está de moda ser agua gracias al genial Bruce Lee y a BMW ("Be water, my friend" o, lo que es lo mismo, "Lee a Tales de Mileto, tío"), me viene a la memoria esa extraña secuela que ha sido la vida de Brandon Lee, hijo de Bruce.
Intentando encaminar su vida por las huellas de su padre, el final del trayecto fue el mismo: ambos murieron accidentalmente y envueltos en el misterio. El padre, por la ingestión de un extraño fármaco que le destrozó el cerebro; el hijo, por un fortuito disparo de pistola durante el rodaje de "El cuervo" -la cual me ha dejado una grandísima impresión pero que, para ser honestos, debería ver otra vez y comparar mi recuerdo con un gusto más maduro-, que le sirvió de homenaje y epitafio.


Quién sabe hasta dónde habría llegado, aunque casi imposible la imitación: el propio Chuck Norris resultó enteramente mediocre.