martes, noviembre 28, 2006

Risto

Así, con ese nombre extraño que siempre nos recordará -a los blaugranas- al "Dream Team" y su, por momentos, oscura banda izquierda: "Árbitro, hijo de puta"; en fin, así se nos presenta este personaje peculiar que he descubierto, lo confieso, a través de ese programa desgallitado y comercial que es "Operación Triunfo" u "Operación Trullo".
Risto Mejide, nombre más completo, es un publicista y director creativo que participa en el espacio de Telecinco como miembro del jurado, esto es, con potestad para expresar libremente su opinión y, en función de ésta, determinar si un concursante debe o no ser candidato para abandonar la academia: las archiconocidas nominaciones.
Pero la particularidad de este tipo se encuentra en su estilo. De su boca salen, como puñales, críticas lacerantes a los concursantes, no se detiene ante el respeto, lo cual lo convierte en un gilipollas o un maleducado pero, a la vez, en un hombre terriblemente sincero, con la verdad que duele entre los dientes y sobre la lengua húmeda. Es decir, tiene la palabra que muchos querríamos sacar de dentro pero no lo hacemos, porque de pequeños nuestros padres nos educaron con una zapatilla en la mano.
Si a esto le añadimos su aspecto oscilante entre un bailarín de guateque setentero y un colaborador de Buenafuente, es normal que pensemos que se trata de un actor que pretende revolucionar el programa y darle una aportación distinta, alejada de los mojigatos restantes miembros del jurado.




Sin embargo, nada más lejos de la verdad: existe realmente e, incluso, participa en interesantes ponencias (y es que, pudiendo ser hiriente y, a veces, prepotente o artificial, es cierto que posee también una admirable capacidad para elaborar buenos discursos). Aquí tenéis un ejemplo.
Fdo. La Dama de la Rosa
Postpost: Es todo opinión, como opinión es decir de él, y así lo hacen provechosamente algunos: "Joder, Risto, qué pesadito eres, no hay nada peor que alardear de ser mierda y no llegar ni a pedo". Cuánta razón, tal vez.