lunes, julio 24, 2006

Un chulo sin pasodoble

Un poco de intrahistoria: las cuentas del Gran Capitán nos hablan de un líder militar que estuvo al servicio de los Reyes Católicos. Sus gastos inquietaban a los monarcas hasta el punto de que un día decidieron pedirle un recibo de sus inversiones. Gonzalo Fernández de Córdoba, que así se llamaba el hombre de acero, les entregó esta pequeña misiva:
"Por picos, palas y azadones, cien millones de ducados... por limosnas para que frailes y monjas rezasen por los españoles, ciento cincuenta mil ducados... por guantes perfumados para que los soldados no oliesen el hedor de los montones de enemigos muertos, doscientos millones de ducados... por reponer las campanas averiadas a causa del continuo repicar a victoria, ciento setenta mil ducados... y, finalmente, por la paciencia de tener que descender a estas pequeñeces del rey a quien he regalado un reino, cien millones de ducados".
Escupiendo al suelo. ¡Con dos cojones!


Fdo. Xantai Ribadulla, soltero porque sí y madridista