Motivación
Llevo 15 años jugando al balonmano y he pasado por muchas situaciones y, sobre todo, he seguido las órdenes de muchos entrenadores. Eso sí, nunca, ante un partido clave, había llegado al vestuario y me había encontrado la pared pintada con frases de ánimo y motivación:
"El desafío no espera. La vida nunca mira hacia atrás. En una semana hay tiempo más que suficiente para decidir si aceptamos o no nuestro destino".
"El entusiasmo es una fuerza inmensa responsable de la victoria".
El efecto fue inmediato, agachamos la cabeza y todos y cada uno de nosotros empezó a mentalizarse, a ver la victoria o, quizá tan sólo, el esfuerzo que requería el triunfo. Y nos contagiamos de él.
Al final, ganamos.
Aunque nada comparado con el sistema de motivación del entrenador del Udinese.
"El desafío no espera. La vida nunca mira hacia atrás. En una semana hay tiempo más que suficiente para decidir si aceptamos o no nuestro destino".
"El entusiasmo es una fuerza inmensa responsable de la victoria".
El efecto fue inmediato, agachamos la cabeza y todos y cada uno de nosotros empezó a mentalizarse, a ver la victoria o, quizá tan sólo, el esfuerzo que requería el triunfo. Y nos contagiamos de él.
Al final, ganamos.
Aunque nada comparado con el sistema de motivación del entrenador del Udinese.