jueves, junio 08, 2006

Se huele el verano

Huele ya a calor y a sequía en los medios de comunicación, se avecina el temido verano informativo, espacio específico para los becarios y los reportajes de nevera -esos que se congelan o derriten dependiendo de la necesidad-.

El telediario de Antena 3, pionero siempre de la información de calidad, se ha adelantado a sus rivales y ya nos advierte de la llegada del estío con sus basurillas preventivas, las noticias de:
1-Beber mucho.
2-Ir quince minutos a la playa.
3-Vacunarse contra enfermedades exóticas.
4-El dilema veetiano de playa o montaña.
Eterno dejá vu, esa quinta estación solar transitoria.
Es más, dentro de la angustia moderna por alargar los informativos hasta los cuarenta y cinco minutos frente a la media hora anterior, cada vez se hace más difícil no caer en oscuras tentaciones, sobre todo, durante el vacío veraniego.
Al mediodía de Antena 3 ya no le resulta suficiente con echar mano de su tridente familiar: la noticia chorras, la noticia alimenticia y la noticia autobombo. Ahora necesita un nuevo dardo variante (la noticia chorras veraniega), aderezada con una fidelidad monárquica admirable en estos tiempos de dispersión de la unidad de España.
Y es que, durante tres días seguidos, la Familia Real ha sido protagonista de una información intercalada, por ejemplo, entre la muerte de Al Zarqaui y la subida de tipos de interés europeos. Como Segismundo, te preguntas si sólo habrá sido un sueño, en especial, por las perlas brillantes:
(Susanna Griso, radiante, con la sonrisa rompiendo la cámara, más Anne Irgatiburu que nunca) "La Infanta Leonor se mostraba muy tranquila, como si llevase toda la vida haciéndolo [...] El momento más emotivo fue cuando el Príncipe la subió en brazos hasta la imagen [...]". ¡Qué emoción! ¡Casi me atraganto con mi propio esperma en mi piso de 30 metros cuadrados! Ni que ésto fuera "Corazón, corazón".
"Sus Majestades visitaron, enfundados en trajes naranjas, la mina de gas natural más grande del mundo [...] Recibieron instrucciones en caso de un hipotético accidente del helicóptero: salir por las ventanillas, poner la cabeza contra las olas y no respirar hasta haber salido del agua". Son Borbones, pero creo que su capacidad de raciocinio llega hasta ahí, no necesitan un teleprompter.

Con estas boñigas equinas sevillanas, tan pastosas al calor y a épocas tempranas, mucho verano nos queda por tragar. Al menos, aun con miedo, para algunos todavía nos queda el Mundial.