jueves, noviembre 29, 2007

Capicúa

"A torre da derrota" es un libro de Gonzalo Navaza escrito en poesía palindrámica. ¿Qué significa eso de palindrámica -pregunta que yo mismo me he hecho, lo confieso-? Se refiere a un tipo de escritura reflectiva, es decir, que da igual en qué sentido lo leas, el resultado va a ser el mismo. Por ejemplo, cojamos ilustrativamente el título de la obra: "A torre da derrota", leído al revés, sigue siendo "atorred ad errotA".

Hasta el día de hoy, no había encontrado en el mundo un personaje más íntimamente aburrido (pueden aplicarse eufemismos del tipo "experimentador", "virtuoso de la lengua", "poeta innovador", etc.) que él, hasta tal punto había llegado su tedio que se le ocurrió preparar un libro de poemas reversibles. En fin, un domingo sin fútbol da para mucho.

Sin embargo, en esas vueltas laberínticas por las que puede transportarnos Internet, he descubierto un grupo de "estudiosos cristianos" que dejan al sopor de Navaza y sus palindramias a la altura del betún. Y es que estos pobres hombres no han encontrado mayor ocupación en sus vidas que la de escuchar música latinoamericana en busca de mensajes satánicos.

Esto es, se han tragado toda la bazofia de la pachanga, desde Coti hasta Soledad, obviando la literatura clásica del Heavy Metal -lo que habría reducido mucho su esfuerzo-, y, lo peor de todo: la han escuchado al revés, aunque, bien es cierto, así lo mandan los cánones. Por lo tanto, no les ha bastado con oír semejantes obras de arte, sino que se han regodeado en ellas.




Eso sí, para los que no hemos tenido que tragarnos todo el trabajo de campo, los resultados son sorprendentes. Así, nosotros, que creíamos que Shakira era una artista humilde, entregada a los demás, generosa y activista, descubrimos ahora cuán equivocados estábamos. Un ejemplo es su canción "Te aviso, te anuncio", que esconde el mensaje "Jehová, Jehová... sí, se va a quemar ese hombre...". Qué ingenuos hemos sido.

Otra prueba de nuestra ignorancia es la dulce Thalia. Prendados como estamos de su belleza, nos tragamos como borregos hipnotizados todas sus ponzoñas. Nosotros creemos escuchar: “... Estar a tu lado; sí, quizás no es este el momento perfecto, pero las cosas de pronto se dan. Sin hacer planes...”. En cambio, lo que está lanzando es lo siguiente: "...Muerte al senador Fresanis, de esas muertes a senadores, lo que proponemos es un exceso nazi... eso la luz dará...”.

En ocasiones, no es necesario escuchar los temas al revés. Como bien apuntan estos estudiosos, algunas canciones son ya en sí mismas un himno satánico: "La diosa del Vudú... yo no podré salvarme, ¿podrás salvarte tú?... La uña del dragón te lleva a los infiernos... tú te dejas arrastrar..." (Ricky Martin, "Living la vida loca").

Menos mal que hay gente que trabaja por nuestro bien y que, en un ejercicio de superación de el "momento teniente" de "No somos nadie", se atreve a desnudar la verdad y a mostrárnosla, para que vivamos en el regocijo y la protección de Dios, sin que nadie perturbe nuestra entrañable felicidad.

Escuchad vosotros mismos la tentación y sentíos finalmente aliviados.