lunes, abril 10, 2006

Lagartos añejos

Uniéndome al sentimiento de Chexire, opino que Cuatro -la verdad es que por suerte para los nostálgicos-, contradice un paso tras otro los principios sobre los cuales había iniciado su andadura en el universo televisivo: un frescor nuevo, una forma única de televisión, espacios de estreno. Si bien lo cumple en parte ("House", "The closer", "Medium", "Los simuladores", etc.), también es cierto que opone un gusto evidente por los clásicos, aprovechándose de la morriña adolescente de un sector importante de su audiencia. En este sentido, son relevantes los títulos que han rescatado de nuestra memoria y, por qué no, de nuestra esperanza: "Humor Amarillo", "Friends", "Nikita", etc.

Dentro del clima repositivo, la útlima apuesta de la cadena ha sido, igualmente, mítica. Rebuscando en los años 80 y en su manierismo, han encontrado esa serie que por su influencia tuvo a partes iguales vástagos y bastardos dentro de los seriales de ciencia ficción. Nos referimos a "V", no de Vendetta sino de "¿¿Visitantes??", la verdad es que siempre ha sido un misterio para mí el significado de esa mayúscula. Las mañanas de los sábados y domingos, desde Pascua, reviviremos nuestro pasado más cercano.
Mike Donovan, qué duro, lástima que haga de periodista, y Juliet Parish, la doctora experta, vuelven para librarnos de los lagartos come-ratones, esos que se escondían hipócritamente tras sus máscaras humanas y que, de vez en cuando, sacaban sus escamas a la luz para el asco extremo de pequeños mozuelos como yo. Eran instantes muy dolorosos, en los que la merienda se te atragantaba o, finalmente, sentaba mal, aunque fuese Nocilla.
Detrás de la amable llegada de los alienígenas y su contacto con los dirigentes de nuestro planeta, con promesas pacíficas, se ocultaba una conspiración transplanetaria a través de la cual las lagartijas accederían a cambiar su menú de ratones, ratas y ardillas por carne humana, mucho más sabrosa y nutritiva, incluso congelada en los Andes.
Por suerte para el destino de la humanidad, el periodista Mark Singer (Mike Donovan) descubre la trama oculta -jamás recibió el Pullitzer por ello- y, junto con cuatro anarquistas descafeínados y escépticos, además de la doctora doctorada, monta una auténtica "Resistance" (¡vive!) con la que, pueblo tras pueblo, a lo largo del globo, irán deshaciendo los pequeños entuertos en los que se ven incluidos por su clandestinidad: rayos láser, guerra de guerrillas, polvos interespaciales (¿qué será, niño, niña o lagartija?), naves nodrizas...
Ingredientes indispensables para una serie inmortal o, al menos, de memoria a largo plazo, con la que completar la tríada de nuestra infancia: "El equipo A", "El Coche Fantástico" y "V". Nunca 19 capítulos dieron para tanto. A disfrutar o a huir, la decisión es vuestra.
Postpost de la Dama de la Rosa: "Mítica morena lagartona", machista, "carne humana, mucho más sabrosa y nutritiva, incluso congelada en los Andes", irrespetuosa. Cada día te luces más, chaval.