martes, abril 04, 2006

Mountain Stream

La sequía de Hollywood es alarmante. Año tras año, los guionistas tiran de la Historia y de los personajes nacionales para salir adelante con infinitos biopics o repasos de acontecimientos, que dan fe de una falta de creatividad y talento peligrosas. A veces, incluso, ni los siglos, ni las guerras, ni los crímenes míticos son suficientes; entonces, se mete mano a la cartera y todos corren al mercadillo de la importación de ideas.

Pero el último caso comercial de compra de derechos ha ido más allá de los límites cotidianos. A nuestros vecinos transatlánticos, de la colina Mulholland Drive, todavía no cansados de absorber toda la tradición española (toros, sanfermines, siesta, tapas, botellón), se les ha ocurrido adquirir nuestro producto nacional más emblemático: Torrente. Telefonazo a Santiago Segura, maletín metálico lleno de presidentes de los EE.UU y nueva película en cartelera, aunque “película” quizá sea en este caso un eufemismo.

Como soy defensor acérrimo de este símbolo patrio, el negocio que se acaba de llevar a cabo me parece plenamente indigno. Una vez conocido lo que han hecho con los encierros, el vino y Antonio Banderas, el escalofrío me sube la espalda y se clava en las meninges. ¿Qué va a pasar con Torrente? No veo forma americana de realizar lo más castizo, lo más colchonero de la sociedad española. ¿El Atlético de Madrid, la música del Fary o Franco serán los Boston Celtics, un cantante feo de country y Richard Nixon? No me salen las cuentas. Más bien parece que la cinta saliente será un extraño misceláneo entre “La salchicha peleona”, “Gladiator”, “Loca academia de policía” y “Batman begins”.

Y lo más doloroso de todo, ¿quién hará el papel de Santiago Segura, quién se pondrá bajo la piel del agente Mountain Stream? Estamos entrando trémulos en palabras mayores, es un personaje inigualable al que hay que rendir ovación y nunca difamar. Como probablemente sea una comedia, la agenda será la de siempre: Ben Stiler, Adam Sandler o, este no, por favor, Chris Rock (¡Socorrooooooooooooooooooooooo!). Torrente negro, lo que nos faltaba por ver, ya se oyen las trompetas del Apocalipsis.

Bajo el régimen casto de Bush, supongo que no habrá racismo, tetas o droga, y en lugar de un retrasado Gabino Diego, veremos a un negrete que cuenta chistes y que roza la muerte después de la frase “pero qué coño…”. ¿Y Marbella, suelo de sexo y corrupción? Las Vegas, supongo, llena de cameos de famosos: Pamela Anderson por Yola Berrocal, Andy Roddick por Carlos Moyá, Bill Clinton por Cañita Brava, etc.

En definitiva, nos copian la sangre y nos la llenan de MacDonalds y General Motors. Éche o que hai.