lunes, mayo 22, 2006

La industria

Penúltima jornada de la Semana Sexual y, como eje, la gran industria del sexo: el cine porno.
Por mucho que ocultemos nuestra vergüenza, la pornografía está por todas partes y ninguno de nuestros pechos cándidos ha huido de esta realidad. Una realidad expansiva, sin fronteras, que ya se ha convertido en un verdadero negocio multimillonario. Como ejemplo, decir que en EE.UU. maneja un volumen económico mayor incluso que el de la NBA o la NFL: Rocco vende más DVD que Jordan zapatillas, así come Occidente.
Con tanto calor de entrepierna basado en una hipocresía sexual, ya denunciada por Sade, la pornografía tardó sólo unos meses en ponerse en movimiento después de la primera proyección lumeriana en 1895. Por aquel entonces, se utilizaban prostitutas para completar el reparto y, aunque las aventuras visuales y la estética femenina eran muy distantes del patrimonio actual, las prácticas no tenían nada que envidiar a la desvergüenza de los actores coetáneos.
Los recursos de grabación eran fisiológicos. Pronto se rindió la industria al fenómeno del "inserto", es decir, partes grabadas en otro momento que luego se introducían a posteriori dando la mejor sensación de continuidad posible. Y es que, por mucha alegría azul que nos traguemos, las erecciones no son infinitas.
Dentro de lo soez, también hubo lugar para el experimento. Joe D'Amato, genio renacentista, intentó revolucionar el mundo X. Sus películas, con grandes presupuestos detrás del telón, pretendían ser auténtico cine: argumento, ambientes, diálogo y actores profesionales. Su "intelectualidad" lo llevó al fracaso delante de los onanistas hambrientos.
En cuanto a las estrellas históricas, decantémonos por tres nombres: John C. Holmes, la gran leyenda -si sustituimos "leyenda" por "polla" el vocativo es igualmente válido-, Traci Lords, mujercita que debutó en este mundillo con ¡15 años!, y, sobreponiéndose a los cánones de belleza, el hirsuto y rechoncho Ron Jeremy, capaz de hazañas inigualables como la de acostarse con 14 mujeres en una película y ser, según las palabras de las actrices más experimentadas: "El mejor comedor de coños". No he tenido el placer.

En el panorama nacional, dos nombres suenan por encima de todos: Nacho Vidal y Celia, a secas. En tema de cintas, reseñar "Por un puñado de polvos", la producción más cara de la historia del cine porno en nuestro país, sin olvidarnos de este emblema mítico que para mí encierra lo más inolvidable de nuestra idiosincrasia (buscad abajo a la derecha).
Para acabar, una delicia poética y un tributo a la invención, los títulos de grandes producciones del género -las palabras, más que nunca, hablan-:
- De contenido gastronómico: "De postre, arroz con leche", "Tragonas de esperma", "Saboreando tu leche", "Donetes de colores", "Con la leche al cuello", "Jóvenes muy golosas".
- Psicopatológicos: "Alucinaciones para una masturbación", "Loca por sexo y látigo".
- Veraniegos: "En la playa sin toalla".
- Familiares: "Gracias, tía".
- Turísticos: "Amsterdam, ciudad del vicio", "Sexo negro al estilo francés", "Pervertidas en París".
- Sobre conducta animal: "Perras a cuatro patas", "Más p... que las gallinas".
- Sobre los peligros de la carretera: "Violada por los moteros", "Chicas ABS".
- Para adolescentes: "Desfloración en el instituto", "Cherry Poppers en el instituto", "Desmadre en el internado".
- Terror: "Polvos diabólicos".
- Sobre los peligros de los casinos: "Rojo-anal, negro-doble penetración".
- Religiosos: "Putas de clausura", "El desengaño de una virgen".
- Históricos: "Dalila se lo come todo", "El primer torero porno".
- Al grano: "Nacho, el rompeculos" (también conocida como, algún lector de este blog lo sabrá, "El desvirgador de culos"), "Sodomanía: chúpame la p...".
- Medicina general: "Terapia anal".
- Ferroviarios: "Túnel profundo", "Túnel estrecho".
- Rimas y leyendas becquerianas: "Bajo el abeto, te la meto".
- Sentimentales: "Amor profundo".
- Declaraciones de principios: "Rocco, gracias por confiar en mi polla".
- Ciencia ficción: "Polvos de otro planeta".
- Versiones: "La guarra de las galaxias", "Indiana peleón y el coño maldito", "Semen", "El señor de los chuminos".
El etcétera es tan grande como la imaginación, pero nosotros acabamos. Aprendidos quedáis.
Mañana, el final.