sábado, mayo 13, 2006

Un nuevo contrincante

Gracias, Freak Avenger, por tus sensaciones. Ah, sí, y por este descubrimiento.
En el momento en que la sociedad se debate entre lo castizo y lo casto -"Opá" y "Amo a Laura"-, es necesario entrar en una aportación personal al mundo de la creación musical divergente: Richard Cheese, Ricardo Queso, amigos.
Este personaje peculiar tiene, como los grandes activistas artísticos, esa ambigüedad de preferencias que no te permite discernir tus sentimientos: honda repulsa o admiración resistente.
Imaginaos, por un instante, que las canciones más representativas de la música actual pasan por el tamiz de la Ciudad de las Luces, la verdadera, no París sino Las Vegas: una voz profunda, sinatriana, un piano solitario y una batería golpeada con escobillas, casinos en penumbra y coristas de escotes y abismos.
Esta es una primera muestra de su poder, admirable el contraste.



Pero para ampliar vuestro espectro, además de admirar el juego de palabras de sus discos, deberéis ahondar en otras de sus estupendas versiones: "Creep" de Radiohead, "Wonderwall" de Oasis y, si no escucháis su "Bloody Sunday" de U2 ("Hola, amigos, soy Ricardo Queso, ¡let´s mambo!" -qué bailable, qué bailable-), jamás sabréis lo que es la música.
No os canséis nunca de bucear en su web.