martes, mayo 23, 2006

Las personas

Se clausura la I Semana Sexual de "Os Fillos do Péndulo" con una aportación especial: lectores anónimos de este blog nos relatan su primera experiencia, para demostrar que, en el fondo, somos tan distintos como paralelos. Las palabras no son textuales, sólo un seguidismo o una interpretación:
Mi primera vez empezó una noche, en una playa: "Bañémonos desnudos, que es muy romántico". Concesión: romántico, sí, pero, los cojones, que el agua estaba helada. Decidimos tumbarnos en la arena pero, ah, suerte maldita, estaba llena de pinchos por todas partes que se te clavaban en la piel. Nuevo cambio de planes: unas hamacas. Parece que todo va bien pero el gafe corre rápido. Aparece el personal de limpieza de la playa (corramos, huyamos) y a escapar medio desnudos. Afortunadamente, la líbido aguantó y la faena se completó en una habitación. Menos romanticismo pero más paz.
Mi primera vez fue con uno de mis amigos, pero es algo que no debió haber pasado. No porque crea que eso no puede suceder entre dos amigos sino porque, joder, hay que ver qué soso era el tío. Malas perspectivas de futuro surgieron en mí aquella noche, creía que pasaría a engrosar las estadísticas de mujeres insatisfechas. Se suponía que él era un "experto" en esas lides pero, más que un polvo, lo que necesitaba era una tila.
Mi primera vez fue mental y pasó como algo imprevisible. Estabas ahí, al tema, y sólo al final te dabas cuenta: "Coño, estoy follando, ¿así que es esto? Mira tú cómo es la historia". La verdad es que te quedas pensando: "Menuda mierda, malditas vestales, no sé por qué se empeñan en huir si no es nada del otro mundo".
Mi primera vez fue en clase de gimnasia y muy triste. En realidad, no fue con un chico sino con una cuerda y una torpeza. Aquella sangre ahí, aquel dolor, aquellas lágrimas delante de mi madre, no es la manera perfecta de "perder la virginidad" pero sí la oficial.
Mi primera vez fue con mi novio en el piso de unos amigos. Me dolió muchísimo pero hay que ver qué rápido se olvida: ¿dónde estaba el miedo en todas las veces siguientes? Después del pistoletazo de salida, esto es un no parar.
Mi primera vez, la definitiva, fue la profanación de un santuario lésbico, a saber qué se había hecho en aquella cama. No sé si es un orgullo o un castigo, pero la chica era bisexual (oh, el sueño de todo espectador de películas porno) y no, no trajo a ninguna de sus amiguitas, afortunadamente, porque hay que tomarse las cosas con calma la primera vez.
Mi primera vez fue muy etílica, apenas recuerdo qué pasó. Con semejante moña, no sé si se me levantó. Ella también iba bastante borracha así que no me extrañaría una doble solución: que a mí no se me hubiese levantado y que ella lo estuviese haciendo relamente con un cabezal de la cama. Ah... el romanticismo...
Mi primera vez fue un horror. Estaba asustadísima, aunque él se portó muy bien conmigo. Cuando acabamos, me eché a llorar, estaba como frustrada, como si hubiese perdido una parte de mí (Nota del Cabaleiro: se llama himen. Contranota de la Dama: no seas bruto, chaval). O lo que estaba era enfadada y lloraba por una especie de rabia. Pensaba: "¿Cómo he podido hacerlo? Sucia, sucia". Desde luego, qué vueltas se le da a semejante tontería.
Mi primera vez... ¿cuándo será eso?
Muchas gracias a los confesores y, en definitiva, gracias a todos los pacientes pendulares. El sexo, siempre con los ojos vueltos, nos ha dado nuestra primera victoria: 2000 visitas son muchas historias.
Obrigado, de corazón.