viernes, noviembre 30, 2007

Lingüistas de efecto 2000

A lo largo de mi vida he ido construyendo una personalidad pedante, lingüísticamente sobre todo. Para tal fin, desde hace años, me concentro en pronunciar "Madrid" y no "Madriz", en utilizar tiempos compuestos, en decir "estar + gerundio" en lugar de "andar a + infinitivo", en elaborar condicionales pretéritas con "habría" y no con "hubiera", y cientos de petulantes-grandilocuentes -y correctas- expresiones más.

Pero claro, un dictador de la lengua no puede limitarse a ejercicios anclados al pasado, necesita estar dentro del idioma vivo. Por eso, ahora que tanto está de moda la comunicación informática, me ha salido un sarpullido sobre el que necesito pronunciarme. Apuesto a que todo el mundo sabe lo que es un e-mail. Además de lo evidente, es todavía más evidente que se trata de un término en inglés, porque me da en el alma que Cervantes no lo empleó nunca, aunque puede que sí Shakespeare.

Separémoslo en partes: "e" de "electronic" y "mail" de correo. Hasta el momento, ningún problema. Sin embargo, debido al placer que sentimos en este país por la traducción libre, por la asimilación con la boca llena, por el guachuguá, guachuguá, aguachuguá for gu, surgen pronto las complicaciones.



De este modo, nos encontramos con que, en nuestra apetencia por el futuro, por la innovación, eso sí, manteniendo nuestro orgullo patrio, hablamos por hablar, como dice el slogan de "Ñ", sin saber qué decimos. Podríamos utilizar el término "mail" correctamente, pero claro, hay que pasarle el tamiz castellano: nosotros utilizamos "correo", cómo no.

Así, mientras los anglófonos envían un "e-mail", un "correo electrónico", y se quedan tan panchos, nosotros, que somos más chulos, enviamos un "correo": "Te mando un correo". ¿Qué significa "te mando un correo"?. ¿Que cojo una oficina y te la lanzo? ¿Que soy dueño del sistema postal? ¿No nos estamos refiriendo, en realidad, a un "mensaje"? No, qué va, es un "correo".

Otro caso paradigmático: "Toma, aqui tienes mi correo". Oh, ¿en serio? ¿Me das tus cartas? ¿Puedo leerlas? ¿No te da vergüenza? ¿No tienes nada que esconder? En este caso, ¿lo más correcto no sería decir "toma, aquí tienes mi dirección de correo electrónico"? No, hombre, buf, qué largo, mucho más cómodo "correo", con lo que, además, demuestras que sabes traducir inglés.

Pararse a pensar a veces en lo que se dice ayuda más de lo que destruye. A pesar de todo, esto no es más que un consejo -no una advertencia ni una amenaza- y, más allá, un mensaje lanzado al vacío, un debate estéril. Nadie se preocupará de seguir proporcionando su "correo", y seguiremos siendo igual de felices mañana in the morning.

Fuck, fuck, fuck.