jueves, abril 27, 2006

Pedantería

Ahí va eso, primero:

La pedantería tiene sus raíces en la razón y no en la inteligencia (Hebbel).
No admitir consejo ni corrección sobre la propia obra es pedantería (La Bruyere).
El origen de la pedantería es la falta de confianza en el propio criterio (Schopenhauer).

Y, que yo sepa, además del blog de Les, sólo hay una bitácora pedante en toda la red. Hasta sus lectores le brindan un interrogante de esos que se clavan profundos:
"Yo lo que no acabo de entender, por ser quizás de entendimiento rebelde, es qué cojones quiere decir este post".
A pesar de todo, más allá de sus subordinadas y su anglofilia, admiro ese estilo peculiarmente genital que tiene y que nos traslada tesoros como estos:

"Eternamente le estaré agradecida a mi amado Markus por el grosor de su falo".
"Je suis une prostituée et ma compagnie l'aime".

"Pero como sabrá cualquier felatriz que se precie, mirar hacia abajo durante mucho tiempo marea".

O mi preferida:

"Uno de los lugares que he frecuentado es una nueva galería de lo-fi art en la que tienen la fabulosa costumbre de ofrecer a sus visitas VIP una generosa copa de vino. He de decir que no recuerdo haberme llevado a la boca un rosado tan delicioso desde aquel cunnilingus a aquella menor en Praga".
Si realmente está hiperbolizando su personalidad, si es cierto que sólo está interpretando un papel, cae como un dogma que es la mejor actriz porno de la Historia.

Mientras se digne a actualizar sus artículos, seré el eterno eclipsado. La erudición que llegue será inoportuna, pesará como siempre en todos, especialmente en la lectora herida pero humilde:
Y, después de todo, no seré más que una sombra.
Postpost: Esto es tan sólo una pequeña broma, no se ofendan, señores. Sin sus comentarios afilados sería únicamente un tirano solitario. Gracias por su paciencia y su fidelidad, su voz -excepto en el caso de que repitan ustedes ese juego de igualar en dos días consecutivos mi mayor marca de visitas sin rebasarla, me dejan con cara de tonto desesperanzado-. Hasta mañana.
Postpostpost: Hacía tiempo que no te perseguía con mi inhabitual forma de cariño, Fátima.