miércoles, abril 26, 2006

Un futuro profundo y negro

¿Qué puede significar una palabra que ni siquiera aparece en el google -vale, claudico, en inglés sí-? Si he vivido mundos estúpidos, si he visto vídeos de Youtube, si he comido merluza cocida con hojaldre aderezada con "Licor del polo", si he vendido pornografía, ésto es la consagración de lo absurdo. Camus, ni lo intentes.
Desde hace unas horas, existe un vocablo en mi vida que ha cambiado para siempre mi concepción de la realidad: rumpología. Y es que todavía guardaba una cierta esperanza en el ser humano pero, después de esto, el suicidio colectivo se ha convertido en una misión universal y predestinada. Inexorable.
"¿Qué es la rumpología, Dama de la Rosa?", os preguntaréis, o lo hago yo por vosotros. Paciencia, comenzaremos por el interrogante: ¿quién está detrás del entramado?. La persona que ha construido este imperio pseudocientífico no es otra que Jackie Stallone. Si, de momento, sólo os suena el apellido, no temáis, en realidad, vais bien encaminados. Se trata de la madre de Sylvester Stallone, camaleónica y multifacética ancianita con una intensa carrera laboral: trapecista, doctora, presentadora y astróloga.
Precisamente de esta última profesión surge la palabreja que nos rodea. Como una uróloga visionaria, la progenitora de John Rambo es capaz de adivinar el futuro de sus clientes contemplando -dios ha muerto y nosotros lo hemos matado- sus culos. Como ella misma confirma: "Las líneas, los pliegues y el propio canalillo de tus nalgas pueden revelar a los ojos de un experto tu personalidad, tu futuro y tu suerte en el amor".
Claro, es sabido que desde siempre los adivinos han tenido problemas para interpretar las líneas de las manos por su finura, su difusión y su superficialidad. Esta mujer, que es toda una profeta en su campo, ha decidido que no hay mayor hondura que el abismo entre dos nalgas, y así ve ella el futuro: profundo y lineal. Siendo soez, esta "interpretadora de rajas" bien podría sacar provecho de otras particiones anatómicas.
Si ya el ambiente de mediums, quiromantes y titiriteros tenía de por sí un aroma prostibular, cuánto más ahora que, una vez entres en esa penumbra tibia de la habitación inundada de escapularios, te pedirán que te bajes los pantalones: "No tranquilo, es para verte el futuro". "¿Cómo me lo ves: grande o pequeño?". O también: "Bueno, ¿qué será de mi porvenir?". "Lo siento, macho, vas de culo".
Como dice mi abuela: "Así está o mundo...".
Postpost: ¿Cómo mostrarle mi culo a ese misceláneo de la pitonisa Lola, Rocky, el Jocker de Jack Nicholson y Ámbar?