lunes, abril 24, 2006

Ya era hora

Tantos años amando este deporte y tantos días sin correr detrás de una pelota han acelerado mi nostalgia. La conciencia me autofagocitaba, porque después de casi 60 entradas todavía no había hablado de balonmano. Y no voy a hacerlo, realmente, ya que dejaré que las imágenes muestren la espectacularidad de este juego.
En primer lugar, Alexander Hube, un portero al que le gusta exhibirse en paradas haciendo el pino.




Niksa Kaleb, un extremo croata al que no se le ocurre otra cosa que hacer -jugándose el pase a semifinales de los JJ.OO. de Atenas, precisamente contra Grecia- esto en un contraataque. Y salió vivo del pabellón.




Juanín García, el artista español, deshaciéndose de dos rivales y clavándole una rosca al portero.




Aunque para Roscón de Reyes, este del alemán Florian Kehrmann.




El propio Kehrmann se cuelga de Stefan Lövgren pero no impide que éste dé un pase magistral al pivote Wislander, mejor jugador de balonmano de la Historia (oficialmente).




Y, por supuesto, el más grande de todos. Metlicic, como quien no quiere la cosa, mirando a la grada suelta en balón en colgada a Dzomba, el de la muñeca de seda. Así se juega una final del campeonato del mundo.




Postpost: Mejor con sonido, para escuchar los comentarios o los gritos de la gente.