viernes, diciembre 14, 2007

El lado oculto del "Claro de luna"

Igual que la luna, el claro ha tenido siempre un lado oculto. Todo el mundo ha oído alguna vez el primer movimiento de esta sonata de Beethoven, no así el tercero, que no está tan dentro del bagaje popular. Sin embargo, me parece una parte genial, electrizante y romántica, que ha sido injustamente olvidada pese a que supone un complemento excelente al movimiento más famoso.

Esta es una versión de Wilhelm Kempff, probablemente el mejor intérprete del compositor alemán. El pobre estaba ya mayor, pero seguía destrozando el teclado como al principio, rompiendo la monotonía de la interpretación que llevan a cabo muchos pianistas. Además, me encanta su mirada por momentos, como si estuviese frente al alma del tema, como si se quedase asombrado del descubrimiento de tal belleza y, al final, por no poder seguir soportándolo por más tiempo, cierra los ojos y baja la cabeza como desgastado por esta pureza.


Y para los clásicos de siempre, el clásico de siempre.