domingo, marzo 26, 2006

Fiasco (e interorización)

- (Cabaleiro Sentai) ¿Tú por qué crees que ha sucedido esto? Me cuesta encontrar una explicación.
- (Dama de la Rosa) Bah, compréndelo, tú mismo actuarías igual.
- Está bien, sí, lo admito, pero creí que a ellos les haría ilusión.
- Hombre, la ilusión que te puede hacer publicar un post… si al menos obtuviesen algún beneficio…
- Aún así, que ni siquiera una persona haya escrito, enfrentarme diariamente a las telarañas de mi bandeja de entrada… fue decepcionante.
- Está visto que no eres lo suficientemente inteligente para descubrir las cosas. En la mente de cada uno se asociaron varios elementos: falta de tiempo, de inspiración, de ganas y, lo más importante, la creencia en el “es igual, yo no escribo pero seguro que alguien, en este momento, lo está haciendo”. Este último ingrediente, ubicuo en todas las cabezas, fue determinante.
- Esto significa que no tendremos las vacaciones ansiadas y que hemos perdido definitivamente esta forma de interacción.
- No te deprimas, Pablo, ¿acaso no te agrada ver siempre alguna oscilación en tus posts, saber que alguien te está leyendo?
- Claro, y me anima a seguir. Lo que pasa es que quería hacer algo distinto. Al menos por el momento, hasta que descubra cómo hacer posts musicales.
- Te vas a alejar de la gente, no tienes que pretender hacer algo tremendamente original, piensa en ellos.
- Ya, pero se supone que el blog, en cierto modo, es un trabajo personal, sólo supeditado a tus instintos.
- ¿Te lo crees acaso? Puedo esperar encontrarme ese pensamiento en otro cerebro pero no en el tuyo. Sé que los demás te controlan, que no escribes sólo para ti o por ti. El ejemplo más claro está en que todavía no has publicado nada sobre balonmano, ni nada profundamente musical o literario. Eso pone de manifiesto tu actitud al escribir.
- No me gustaría que tuvieses razón…
- Pero la tengo, no intentes huir o mentirte. Tu mayor realización personal no está en ti, no te satisface hacer algo por tu corazón sino que los demás lo aplaudan. Este blog es para fuera, no para dentro, y ahí está tu egoísmo, tu egocentrismo, porque no te buscas. Quieres que te busquen. ¿Que te encuentren los demás debe serlo todo? Piénsalo. ¿Qué te empuja a continuar este blog? ¿Tan solo, atrapado y mudo te encuentras? ¿Comunicas o, en el fondo, utilizas a los demás? Sé sincero, porque si estoy apuntando la verdad, no vale la pena continuar con esta farsa, y el blog debe morir.
- Pero…
- Pero… “no puedo hacerlo porque no puedo dejar a los que leen este blog sin él”, ¿es eso lo que acaba de pasar por tu cabeza? Claro que sí, no lo ocultes. Sabes que no lo haces por ti, tenlo presente. Acabas de caer en la rueda infinita, en la alienación: “Oh, esto no debo escribirlo porque no les va a gustar”. Maldito pusilánime, esta es tu obra, “la de los demás”. ¿Por qué no les entregas ya tu vida, de paso? Siempre viviendo de los demás, por mucho que luches por una independencia que no existe. Mírate al espejo y avergüénzate.
- ¿Por qué eres tan dura conmigo? No es tan malo querer agradar a los otros, a fin de cuentas, existes gracias a ellos. No entiendo por qué no debes pretender ser amistoso. El blog es así más plural.
- ¿Más plural? Vamos, no me hagas reír. Así es un blog menos libre. Jamás podrás escribir lo que te dé la gana, te enfrentarás cada día a los condicionantes no sólo de tu inspiración, sino también del gusto de un público.
- ¿Y por qué me dijiste antes, entonces, “piensa en ellos”?
- Eres plenamente imbécil, lo hice para empujarte a la confesión, para que te dijeses la verdad de una vez, para que reconocieses tu error. ¿Ahora qué? ¿Quién salva tu cabeza? Llora, débil y manipulado, no tienes la fuerza que se necesita para seguir.
- …
- Este es mi consejo, escúchalo si quieres, si pretendes ser realmente único, porque sólo del interior de uno sale lo verdaderamente original, ya que no existen dos ánimos iguales en el mundo. Haz lo que quieras y como quieras, por ti y PARA los demás, no POR los demás. Deja que tu espíritu personal sea la energía creadora y, de ese modo, ofrecerás a los otros tu verdadero yo, irredento, y no el que quieren construir desde el exterior. Si no les gusta lo que haces, oh, filósofo quecarallista, sé fiel a tus principios. ¡Qué carallo, para siempre!
- Está bien, está bien… tienes razón. Pero me siento culpable, como… como si empezase un camino en el que les estuviese traicionando… quisiera pedirles perdón.
- ¿Perdón? ¿Perdón por qué? ¿Por “fallarles”? La medida de su felicidad no está en el gusto por algo. El aprecio que tienen por ti no está en tu complacencia hacia ellos, sino que tienen que valorar lo que de ti hay en las cosas. Si aman, al fin y al cabo, el Sentai cierto, no tendrás nunca la soledad que tanto temes.
- … Y si tienes razón, ¿no crees que me estás rayando demasiado? Esto es sólo un blog y las llamadas telefónicas cuestan dinero, ¿sabes? Me estoy dejando el sueldo aquí.
- Vale, vale. Tan sólo quería que descubrieses la verdad sobre lo que escribes, para ayudarte. No quiero hacerte daño, lo sabes. Pero bueno, ya nos veremos, entonces. Un abrazo, chao.
- Chao, y la próxima vez el sermón se lo vas a largar a tu madre. ¡Qué carallo! Adiós.