lunes, marzo 13, 2006

Injusta condena contra la Belleza

El estilo periodístico del “Diario Marca”, en su vertiente más artística, ya conoce su primera pena económica: un total de 2000 euros, si bien, en principio, la parte perjudicada reclamaba 30050. La Audiencia de Sevilla ha rebajado la multa alegando que ha habido un abuso de términos por parte de la damnificada. Jamás, pero vayamos por partes.

En primer lugar, definamos el “estilo Marca”. Se trata de esa forma de periodismo visual tan agudo, tan sutil como un susurro, sabio sin rival, plástico y magnético, irredento, hecho para ser amado por el pueblo, una risa libre que vuela. Qué grandes titulares: “Khantada”, “Se come la liga” (Roberto Carlos en un zoológico rodeado de leones), etc. donde la metáfora fluye casi de forma invisible, en un magnífico ejercicio de poesía, a la vez, inteligente y vanguardista. Con qué alegría es devorado el panfleto, los atracones son de infarto: esas letras tan grandes y tan coloridas, apetitosas como el más dulce de los pasteles, se deshacen en el paladar de la neurona receptora que, en un intenso debate con la otra neurona superviviente, discute el significado del barroco juego de palabras del titular. La portada del periódico como el Teorema de Poincaré, soberbio.

¿Adivináis dónde se ha expandido con fuerza este estilo peculiar? Sí, cierto, cómo no, en la sección de Deportes de mi amado informativo de Antena 3. Incomparable fusión de imagen y guión escrito: “El tiempo no pasa en vano para el Real Madrid” (mientras se observa cómo caen las hojas otoñales cerca de la Ciudad Deportiva). Qué onírico, qué profundidad del lirismo, sólo al alcance de las imágenes más simbolistas. Veo asomar una lágrima al rostro de Rimbaud.

Dentro de este clima intelectual rugiente, a algún bohemio periodista se le fue la mano. Su poema, visionario, fue demasiado arriesgado para el público actual. Triunfará, sin duda, en un futuro lejano. David Beckham sacaba de banda en el partido del 11 de febrero de 2004 entre el Madrid y el Sevilla, la jugada quedaba para la posteridad así: “Bajo la atención de la sección femenina del Cuerpo Nacional de Policía, tras repaso visual completo y amago de relamerse”. Los juglares cantarían más tarde la gesta en las calles, versificando con incuestionable dominio de la consonancia y la asonancia:

El Cuerpo Nacional de Policía con atención
Bajo la femenina sección,
Visual y completo el repaso
De relamerse el amago.


Claro, a la aludida, que es una ambiciosa ignorante que no ha leído un libro de poesía en toda su vida, no le hizo gracia esta demostración dignísima de talento literario. Es más, dio pruebas de una bajeza cultural execrable cuando, impulsados por una misma energía creadora que el periodista de Antena 3, sus compañeros le recitaron “bromas” e incluso le “llegaron a perder el respeto”. Con energúmenas así, que sólo ansían el bien material a costa del arte, la sociedad y, con ella, esta nuestra querida España, nunca avanzarán firmemente hacia el futuro.

La Audiencia, afortunada en parte, ha meditado oportuno rebajar el ímpetu recaudador de la agente al considerar que se trata de un “distendido comentario que no es un grave atentado al honor” y que debe entenderse en el marco de una noticia que “a la vez informa y entretiene”. ¡Y crea arte! Añadiría yo. Si el órgano judicial hubiese tenido en cuenta este último apunte personal, inevitablemente habría retirado todo castigo. Más bien, se lo habría impuesto a nuestra insulsa antagonista, como represalia a su atentado contra el patrimonio cultural de nuestros poetas.

La Justicia, como ocurre en tantas ocasiones, se ha visto dañada por los más perversos personajes. Desde aquí lanzo este grito al viento clamando contra los injustos:

¡Viva el “Diario Marca”! ¡Viva el telediario de Antena 3! ¡Viva el arte!