jueves, enero 01, 2009

Happy New Year!

Feliz 2009 a todos desde aquí.

miércoles, diciembre 31, 2008

The Game

The Game es, sin lugar a dudas, una de las experiencias más bizarras que se pueden vivir hoy en día. Y un reto lógico, si tiramos de la cuerda. O incluso una filosofía entera, siendo grandilocuentes. Básicamente, The Game es una estupidez que asciende a lo sublime.

Se trata de un juego en el cual la victoria es imposbile. ¿Cómo? Cada vez que piensas en The Game, has perdido. De este modo, no es factible ganar y ser consciente de ello, porque obligaría a pensar acerca del juego, lo cual significaría salir derrotado otra vez.

A partir de esta raíz, resulta interesante reflexionar acerca de si es realmente imposible vencer en The Game. Así, surgen teorías como la de pensar constantemente en el juego, por lo que tu derrota sería proporcionalmente menor -ya que es una única y continua derrota- frente a aquellos a los que eventualmente les viene el juego a la cabeza y, por ello, pierden más veces.

Otro interrogante interesante es quién demonios inventó el rompecabezas. En teoría, todo parte de un juego llamado "Mornington Crescent", que parodia aquellos juegos y deportes con demasiadas reglas. En él, los participantes tienen que decir nombres de estaciones de metro de Londres y el primero que cite la de Mornington Crescent, será el ganador.

En los años 70, John Horton Conway, prominente teórico de juegos y padre de la "combinatorial game theory", intentó crear un juego que no entrase en la definición dada por von Neumann. Creó, a su vez, una parodia del "Mornington Crescent" llamada "Finchey Central" -otra estación-, reduciéndola a una sola regla: el primero en decir Finchey Central gana.

En 1977, miembros de la Cambridge Science Fiction Society solían intercambiar su frikismo entre cervezas en el Groom Pub. Allí, Hornway enseñó a Richard Pinch, uno de los componentes del grupo, su famoso "Finchey Central". Y, en un arrebato de creatividad o soberbia etilia, ambos decidieron llevar esta idea todavía más lejos, violando aún más la ya maltrecha definición de von Neumann.

Estrecharon más la regla y el resultado no sería otro que aquel que simplemente pensase acerca del juego, perdería, lo que nos lleva, por fin, a la teoría más plausible sobre los orígenes de esta locura llamada The Game.


Desgraciadamente para ti, el haber leído esto ya ha provocado, al menos, un par de derrotas, lo cual te coloca por detrás en el ránking con respecto a los del pensamiento único. Y, probablemente, dado que ya has empezado, no podrás parar de jugarlo, siendo vencido una y otra vez. Lo dejo en tus manos, ¿serás capaz de ganar algún día? Permíteme dudarlo.

martes, noviembre 25, 2008

Frikis: habelos, hailos -en todas partes-

A todos aquellos que crean que sólo los hijos de Crónicas Marcianas merecen el apelativo de despojo, basura social o, simple y cariñosamente, frikis, les invito a pasearse por la real, educada, sofisticada y refinada Inglaterra.

Primer extracto de "Britain's Got Talent", con ejemplo de las bellezas domésticas:



Cómo Big Brother sigue fabricando monstruos:




¿De dónde ha salido éste?:




E, insuperable, mi favorito, un "must-watch": "Do you feel in space?":

domingo, noviembre 09, 2008

¿Saben aquel que diu?

¿A quién te recuerda este recién retirado Joachim Phoenix?



No has tardado demasiado en adivinarlo:






jueves, septiembre 18, 2008

La verdad sobre todas las cosas

Soy el odio de todas las guerras,
todos los amantes me besan en la boca
cuando cae la noche.
Todas las tormentas de verano resuenan en mí,
galopo con la obstinada fuerza del viento,
soy la lluvia que muere en bandadas
contra el cristal.
Rezo todas la religiones,
amo a todos los dioses,
yo mismo soy un dios sin dios
porque él no es lo suficientemente grande.
Soy el origen de todos los universos por conocer,
todos los planetas giran a mi alrededor,
todos los caminos vienen a mí,
soy la encrucijada y el precipicio.
Hablo las lenguas que no hablo,
conozco todo aquello en lo que nunca he pensado.
Quiero a los insectos y a las flores,
a los perros y a las estrellas;
quiero a la sangre,
quiero a las putas y a los asesinos,
quiero a la enfermedad que mata a mi padre,
la quiero,
porque yo soy el amor.
¿Morir? Morir
es simplemente nacer a la muerte.
Yo soy la muerte,
nada me detiene,
soy un río sin mar,
un continuo fluir.
La vastedad de mi viaje
es estar en todas partes.
He contado todos los números del tiempo,
soy el silencio desde el que la música nace.
Soy lo que todas las cosas son:
las cosas.
Estoy más allá del significado de la vida,
el miedo no me asusta,
lo infinito es sólo el comienzo.
Vomito mundos,
soy la náusea de la creación,
soy la forma antes que el espacio.
No tengo nombre pero soy cualquier palabra:
pájaro, semilla, nube, volcán, reloj;
tu boca tendrá siempre mi trazo
porque soy tú desde todas tus venas.

Soy
la única verdad posible aunque jamás puedas pensarme.

miércoles, julio 30, 2008

Pasado en la sangre

Ahora que con la detención de Karadzic se despierta de nuevo la que ha sido la más cruel de las guerras desde la SGM, me vienen a la cabeza todos los recuerdos borrosos que albergo acerca de ella. Borrosos, no sólo por el tiempo transcurrido desde entonces, sino por el prisma a través del cual yo contemplé el horror de la masacre.

Era un niño que apenas podía comprender el porqué aquellos hombres de acento afilado combatían entre sí. Pero a falta de comprensión, sí acumulé sensaciones -algunas de ellas realmente punzantes- que no se han despegado de mí en todo estos años. Sbrenica, las banderas ondeando sobre Milosevic, los tanques, los francotiradores, los Cascos Azules -los impotentes o inoperantes Cascos Azules-, los huérfanos, las calles destruidas y rojas...

Y no sé contarlo todavía, he tenido la suerte de vivir donde he vivido, alejado del terror. Aunque no puedo dejar de espeluznarme cuando leo a Zlata Filipovic, la Ana Frank de Sarajevo, que a sus once años cubrió con su fatal lirismo el relato de la guerra:

"¿Va a terminar la guerra el primer día de otoño? Prosigue la vida en círculo cerrado. Te preguntas a qué se parece ese tipo de vida. Es una vida que transcurre a la espera y en el miedo, una vida que pasa esperando que el círculo se abra definitivamente, que el sol de la paz brille de nuevo. Todo lo que sé es que esto ha costado en Sarajevo ya quince mil víctimas, entre ellas tres mil niños. Ya no hay pájaros, también sé que ya no hay sitio en los cementerios ni en los parques para enterrar más víctimas. Quizá sea ésa la razón para que esta locura termine.

Hoy una bomba cayó en el parque frente a casa, en el parque donde yo me siento y juego con mis amigas; mucha gente fue herida y Nina está muerta; una esquirla entró en su cerebro y ella murió. Era tan dulce, tan chiquita y tan linda; nosotras fuimos juntas al kindergarten y juntas jugábamos en la pieza. ¿Es posible que no vuelva a ver nunca más a Nina? Nina, una inocente víctima de esta estúpida guerra. Estoy triste, grito y me pregunto: ¿por qué? Ella no hizo nada.

Esta es mi vida, la vida de una escolar inocente de 11 años, una escolar sin escuela, una chica sin juegos, sin amigos, sin sol, sin pájaros, sin naturaleza, sin chocolates, sólo con un poco de leche en polvo; en resumen, una niña sin niñez".




Esto no tuvo que haber pasado, ni tiene que pasar. Nunca.

viernes, julio 25, 2008

25 de Xullo

Canto máis lonxe estás, máis forte podo sentir que existes.


martes, julio 08, 2008

Yo estuve allí

Tener el don de la oportunidad es algo acerca de lo que conviene preguntarse de vez en cuando. A veces, por muy razonables que nos pongamos, por muy científico que sea nuestro acento, hay cosas inexplicables, meigas, que suceden para bien o para mal.

Este domingo, vapuleado de nuevo por otro fracaso en la búsqueda de empleo, me vi -al menos yo creo que inintencionadamente- en Wimbledon. Es decir, estaba allí casi apenas recordando que se jugaba la final(ísima) entre Federer y Nadal. ¿Por qué no darse una vuelta luego de malgastar tu dinero en el transporte, otra vez?

Evidentemente, un parado como yo no puede permitirse el lujo de acceder a Centre Court. Eso sí, estos ingleses, que muy de vez en cuando piensan y, al tiempo, son generosos, colocaron pantallas a través de las cuales los humildes hombres de a pie -entre los que no puedo dejar de incluirme- pudimos disfrutar del partido.


La sensación fue aplastante. No sólo por el juego en sí, épico, interminable, angustioso, inolvidable; no sólo porque Nadal ganase al mejor ahora y siempre; no sólo porque "estabas" dentro de la pista escuchando los gritos de "Ua-fa, Ua-fa!". El sentimiento de la Historia, sobre ti, era lo más escalofriante.

Contar, lo que sólo las palabras van a ser capaces de hacer, años después, esta pequeña historia dentro de una mucho más grande, es, sencillamente, un regalo. Londres, por momentos, te da lo que tantas otras veces te quita.

Gracias.


Postpost: Pero no empecemos de nuevo con la irrisoria ilusión del eterno perdedor.

lunes, junio 30, 2008

¡Pu-di-mos!

jueves, junio 26, 2008

Tan sencillo...

...como un paso más.

miércoles, junio 25, 2008

Desde aquí

Volver, para quienes me importan y con las únicas manos que hoy tengo: las palabras.

viernes, abril 04, 2008

¿Cuánto vales?

¿Por qué valen tanto los futbolistas? ¿Qué determina su precio? ¿Cuánto podría costar el "fichaje" de una persona "normal"? Estas son preguntas que no nos hacemos por pereza. Ahora bien, si alguien hubiese dedicado tiempo a valorar parámetros que pueden determinar el precio de una persona, entonces resultaría divertido conocer cuál es nuestro peso en el mercado. Perfecto: desde hace un tiempo, en EE.UU. la gente se entretiene de este modo.


¿Quieres conocer cuánto vales? Lo confieso, da gusto saber que cuestas casi 3 millones de dólares aunque te pasees en calzoncillos por la casa. Pruébate a ti mismo.

martes, abril 01, 2008

Vergüenza entre costillas

Hola, soy la niña de Rajoy. Mi nombre es Mari Luz.

Vivo en un país en que los pederastas se pasean libremente entre los niños. Vivo en un país en que las sentencias no se ejecutan. Vivo en un país en el que los culpables de los errores se lavan las manos. Vivo en un país en el que los funcionarios encargados de las penas no son sustituidos y sus puestos permanecen vacantes durante casi dos meses. Vivo en un país en el que los responsables políticos, llamados a hablar delante de todos sus conciudadanos, prefieren insultarse a revisar los verdaderos problemas del Estado, como el sistema judicial.


Definitivamente vivo, y muero, en la vergüenza destapada.

viernes, marzo 28, 2008

Amor y opinión pública

Desde hace tiempo, los Elíseos ya no son lo que eran. O, ciertamente, sí lo son, pero ahora con las puertas abiertas. Quiero decir que el historial amoroso de los presidentes franceses es hijo ilegítimo de la Iglesia católica, aunque no siempre en voz alta: desde el hierro y el proteccionismo de De Gaulle hasta SuperSarkozy, pasando por los deslices o el Desliz, con mayúsculas, de Mitterrand.

El problema está en la ética y los límites de lo privado y lo público. ¿Hasta qué punto es libre un representante del gobierno? ¿Cuál es el precio de la libertad de un líder? En este sentido, sería interesante conocer la opinión actual de nuestros vecinos acerca de los movimientos amatorios de su presidente. Bien es cierto que el hecho de que aparezca en las portadas de los periódicos más por razones rosas que políticas empieza a desgastar su imagen entre la masa de compatriotas. Pero eso desvía nuestra argumentación.

¿Quién es el verdadero culpable aquí? ¿Sarkozy, por su extravagante amor, o la prensa, por la cizaña? Se trata de una cuestión de amor: el amor por Carla Bruni es relampagueante, fugaz y, aparentemente, inestable. Aun así, es amor. ¿Es que no está permitido amar? ¿Sería mejor continuar en la brecha con su anterior esposa habiéndose convertido ya esa brecha en abismo? Más bien, eso sería hipocresía.


De todos modos, hay otra hipocresía todavía mayor. Como individuos, como pueblo cotidiano, aceptamos rupturas estrafalarias de parejas y nuevas relaciones, con algún sobresalto pero, al final, con normalidad. Ahora bien, cuando se trata de un gobernante, la cosa cambia. Queremos parejas tradicionales porque creemos que eso es la estabilidad: ¿cómo va a dirigir a un país si no es capaz de dirigir a su familia? Lo que no nos preguntamos es si esa estabilidad, si esa permanencia de la familia se mantiene a través de la mentira.

Ése es el verdadero asunto. Yo prefiero un amor capaz de sobreponerse al rodillo de la opinión pública. Quiero a alguien que no mienta, sino que ame por encima de todas las cosas. Un presidente amante. Y lo grito:

¡Viva Sarkozy! ¡Y viva su Primera Dama, arrolladora a su paso!

martes, marzo 25, 2008

La Gran Morralla china

Yo -palabra con la que nunca me gusta empezar a hablar aunque, a veces, es necesario- me considero partidario de la coherencia. ¿Y qué es la coherencia? A mi juicio, para ser coherente, necesitas tres ingredientes fundamentales: memoria, honestidad y sentido común. Memoria para saber quién has sido y quién eres, honestidad porque la mentira es menos congruente y sentido común, la llave maestra.

A pocos días de la inauguración de los JJ.OO. de Pekín, lo que se ha encendido en Grecia no es la antorcha olímpica, sino la mecha de la verdad y, más dentro, de la incoherencia. Pero vayamos paso a paso para esclarecer las cosas.

En primer lugar, ahora parece que al COI se le activaron las alarmas con respecto a su decisión de celebrar las olimpiadas en China. Resulta vergonzoso que haga falta un salta obstáculos que esquive el control policial y exhiba una pancarta en favor de los insurgentes tibetanos para que un organismo internacional abra, por fin, los ojos y se dé cuenta de las consecuencias de sus actos.

Porque, ciertamente, era difícil ver lo que China estaba haciendo antes. Era difícil ver que es un país en el que todavía persiste la pena de muerte, era difícil ver que es un país en el que los derechos fundamentales se pasean guillotinados, era difícil ver que el imperialismo chino está por encima de las libertades de sus vecinos o hijos. Sólo ahora, con 100 muertos en la mano y unos Juegos a la vuelta de la esquina, sufrimos la vergüenza de mancharnos de sangre.


Lo peor de todo es que la muerte y la censura no son los únicos enemigos para batir. ¿Qué hay de la contaminación? Por el momento, ya se ha cargado a uno de los mejores atletas de la historia del deporte y, con ello, ha dejado huérfano al maratón. Y, probablemente, no será el único en salirse de la lista: tiempo al tiempo.

Demasiado tarde llegamos para arrepentirnos, con el COI como principal penitente. No sería extraño que pululasen los pequeños boicots, como gotas de lluvia, y que, al final, viviésemos un nuevo Moscú 80 en el siglo de las libertades.
Infame -o incluso en rima puede contarse-:

En su afán de apostar por Oriente, el COI ha pecado de incohorente.

lunes, marzo 17, 2008

Seis palabras

Cuando Hemmingway todavía daba algún que otro coletazo -no sólo literario sino etílico-, un periodista le propuso un reto de condensación: escribir un relato mínimo en tan sólo seis palabras. Para este grande del minimalismo y de la oración simple, este desafío no supuso, sin embargo, ningún problema. Pronto, más que pronto, respondió:

"Vendo zapatos de bebé, sin estrenar".

Sin ser en seis palabras únicamente, otros autores sí lograron por su parte construir una historia, al menos, en una sola frase, tal es el caso del guatemalteco Augusto Monterroso, cuyo mérito está en dejar la marca en 7:

"Cuando despertó, el dinosaurio todavía seguía allí".

Lo cierto que es que, en la actualidad, el furor por la microficción ha explotado en EE.UU. Como consecuencia, aquí también se realizan sucedáneos de la fiebre. Aún así, la verdadera tradición se encuentra al otro lado del Atlántico, donde lo que se pretende es, por un lado, construir una autobiografía y, por el otro, una mininovela.


Disfrutad de algunos ejemplos:

“Muy confundido, leyó su propio obituario”, Steven Meretzky.

“Era muy caro seguir siendo humano”, Bruce Sterling.

“Salvó al mundo volviendo a morir”, Ben Bova.

“Hallan cadáver incompleto. Médico compra yate”, Atwood.


jueves, marzo 13, 2008

Suicidio, arte y tontá

Ayer dediqué la tarde a leer cosas de Sylvia Plath, una poetisa estadounidense de mediados de siglo XX cuya acusada sensibilidad, mezclada con una patología psiquiátrica de bipolaridad, fue determinante en su destino final.

Resulta que esta mujer decidió, a los 31 años de vida, acabar consigo misma o, lo que es lo mismo, suicidarse: el 11 de febrero de 1963 se levantó cerca de las 6 de la mañana, preparó el desayuno para sus hijos y, después, metió su cabeza en el horno. Entonces, pensé en qué original aunque ridícula forma de morir.

Desde este punto de partida, parecía realmente interesante el ponerse a buscar suicidios artísticos. Lo cierto es que hay un libro, "Adiós mundo cruel", de Alicia Misrahi, que aborda este tema. En él se pueden encontrar muertes clásicas como el hundirse en un río con piedras en los bolsillos al más puro estilo Virginia Woolf -la cual, por cierto, también padecía un trastorno de bipolaridad- o la cartelista de Alfonsina Storni, que dejó una nota escrita en rojo sobre un papel azul: "Me arrojo al mar". Nadie pensó que no se trataba de un poema.

Pero, sin duda, la palma se la lleva Alberto Greco. A bote pronto, quizá no lo reconozcáis: no es otro que el creador del Vivo Dito, esa extravagante forma de arte que captura lo cotidiano y lo transforma en obra. Por ejemplo, siguiendo un poco la línea de Marcel Duchamp, este artista perseguía a un policía armado con una tiza. Cuando se paraba, lo rodeaba con una circunferencia, le ponía un cartelito y ya está: obra maestra.


Greco, al igual que Plath, no quiso resitir demasiado. También en la treintena optó por el suicidio, eso sí, siguiendo la misma línea creativa que marcó toda su carrera, haciendo de su fallecimiento su última creación: se llenó el estómago de barbitúricos y, cuando sintió que las fuerzas le desertaban, con su propia sangre escribió la palabra "Fin" en la palma de la mano. La provocación definitiva de un provocador.

De todos modos, es difícil concluir esta entrada sin antes hacerse esta pregunta: ¿Suicidio, arte o tontá?

miércoles, marzo 12, 2008

Kafka: Realismo mágico.0

El realismo mágico es una tendencia literaria que siempre me ha fascinado. Y supongo que la razón está en que, desde pequeño, no sé si por pedantería o por necesidad, estuve muy ligado a Kafka, quien puede considerarse precursor de este movimiento si bien, como es lógico, los verdaderos padres están en Latinoamérica, donde a mediados del siglo XX se catapultó esta corriente.

El realismo mágico pretende contar historias en que lo fantástico, por así decirlo, es visto como algo cotidiano, con todas las dificultades que eso conlleva, como detectó Gabriel García Márquez:

“Mi problema más importante era destruir la línea de demarcación que separa lo que parece real de lo que parece fantástico. Porque en el mundo que trataba de evocar, esa barrera no existía. Pero necesitaba un tono inocente, que por su prestigio volviera verosímiles las cosas que menos lo parecían, y que lo hiciera sin perturbar la unidad del relato. También el lenguaje era una dificultad de fondo, pues la verdad no parece verdad simplemente porque lo sea, sino por la forma en que se diga”.

Es consecuente pensar que obras como "La metamorfosis", "El proceso" o "El castillo", todas de Kafka, siguen al pie de la letra estas indicaciones. Buscan crear un relato en el que cada vez más se pierden los límites de lo que nosotros, lectores exteriores, consideraríamos normal. Así se crea una atmósfera en la que aceptamos, cómplices, sucesos que en la vida real nunca aceptaríamos. De este modo, el misterio, lo inquietante, tiene una base sólida sobre lo que apoyarse y por eso estas novelas te atrapan, porque es difícil encontrar un final en un mundo no regido, al menos no totalmente, por nuestras reglas.


¿Qué diferencia a Kafka de García Márquez, Juan Rulfo o Miguel Ángel Asturias? La metáfora. El escritor austríaco construye una historia, plantea un enigma que debe ser desentrañado por el lector. Se forma un cuadro surrealista y sólo a través de la profundización logramos encontrar un significado: el destino, el nihilismo, etc.

En cambio, el realismo mágico opta por la sensación. Mediante un lenguaje sensorial y poético, busca expresar emociones que se remarcan en la fantasía que recubre la novela. No existe una metáfora propiamente dicha, sino que lo que lees, aceptantdo la irrealidad, es lo que hay. Eso sí, apuntando directamente al corazón.

Por lo tanto, es, simplemente, una cuestión de elección como lector, en ambos casos fatalmente encadenado: la emoción pura, sensitiva, o la emoción del pensamiento, trágico y angustiado. O como yo, la tercera opción: ambas.

Postpost: También hay una cuarta opción, especial para evitar esfuerzos, que sería ésta o ésta otra, que viene.

martes, marzo 11, 2008

Los confines de la música

Desde este sábado he tenido que aguantar la perorata de los defensores de la excelencia musical. Desde este sábado llevo oyendo redundantes argumentaciones -como ecos, vacías- acerca de la presente edición del Festival de Eurovisión y, evidentemente, de la representación española.

Ridículo, vergüenza ajena, denigración, etc. son los calificativos que los partidarios de la radiofórmula aplican sobre nuestro muy querido Rodolfo Chikilicuatre. ¿Cómo es posible que alguien así participe en un certamen que es espejo de la cultura musical de un país? ¿No somos ya lo suficientemente patanes a ojos de Europa como para regodearnos en nuestra propia rusticidad?

Claro, tienen razón. Nada se les puede refutar a estos melómanos. Es más, nada se le puede refutar a un Festival de Eurovisión que, año tras año, saca a la luz actuaciones que pondrían los pelos de punta –de placer- al mismísimo Mozart, ya de por sí poco extravagante.


Porque, es cierto, la música ligera, o comercial, roza lo sublime. Y la española, in crescendo. Primero, si mandamos a una flamenca descalza, es arte, pero los resultados son terribles. Segundo, enviamos a un saco de patatas con un chorro de voz canturreando spanglish y con púgiles pegando al aire: fantástico. Es que todo esto es profundísimo, como los puestos que normalmente alcanzamos, el del año pasado casi insuperable.

Entonces, qué sucede. Esto es como el fútbol: joga bonito o títulos. Obviamente, si analizamos los últimos vencedores del concurso, es fácil deducir que cada año pesa menos la calidad de una canción –dónde estaría Francia ahora- y sí, en cambio, el espectáculo. Letonia, Turquía o Finlandia ganaron siguiendo esta receta.

Concluyamos. David Civera con guitarras enlatadas no es música, nada en Eurovisión lo es. No admite críticas lo que, per se, pretende ser lo que es: el chiki chiki es un producto de humor, a eso aspira. Creer hacer música y criticar al resto, es pura hipocresía o, más allá de eso, ignorancia.

Pero dejemos que pase el tiempo. A ver quién gana –y al final ríe-: los músicos o los cómicos.

lunes, marzo 10, 2008

Radiografía

Ayer se manifestó claramente una tendencia que ha marcado los últimos años de legislatura de Zapatero: la necesidad de cambio o, quizás, advertencia, por parte del electorado con respecto a la gestión de este gobierno. Existen problemas, como en todos los países, y la gente ha buscado soluciones, lo que ha supuesto un aumento considerable de los votos del Partido Popular, que ha sido una de las fuerzas que más ha subido -y que lo ha hecho importando electorado indeciso, la única agrupación que realmente lo ha hecho-.

Pero hay más. El PP ha sido el más derrotado. La telenovela de Esperanza y Gallardón ha condicionado las expectativas del partido -que, dios mío, no pretenderá ganar unas elecciones llevando a Acebes entre los primeros-. No obstante, la subida de votos le proporcionará tranquilidad hasta su asamblea general, habrá un cierto optimismo derivado de estos resultados y, por lo tanto, será difícil oír hablar de crisis en Génova. Aún así, parece que el recurso de Mariano Rajoy se ha agotado y, tal vez, sea el primer adiós de la temporada.


Perdón, el segundo.

Es el segundo porque la continuidad de Llamazares carecía ya de sentido después del descalabro de IU. Algo que estaba cantado porque la izquierda en este país cada día es más izquierda -aunque la derecha también es más derecha-. Y es que cada vez nos encaminamos más hacia el bipartidismo y la pluralidad de mentalidades está más que nunca acechada: por muchos partidos que haya, parece que tan sólo son válidas dos ideologías canónicas. Por eso, ante el temor de ser gobernados por el Partido Popular, los votantes del otro ala sacrificaron sus miniideas por un voto útil.

En este sentido, en nombre del "talante" y de la "cohesión", de la "integración", sería justo que el Partido Socialista buscase en estos cuatro años un acercamiento a CiU. Por dos razones: por un lado, porque sería un gesto de "centrismo", un indicador de que el Gobierno está dispuesto a dirigir desde una posición moderada, obviando que ha obtenido la victoria gracias a posturas más radicales. Por el otro -una de las grandes paradojas de estas elecciones-, para satisfacer a Cataluña, ya que pese al Carmel, al AVE y los cientos de problemas infraestructurales de Fomento y la Magda en esta comunidad, han mostrado su apoyo a Zapatero, que debe, definitivamente, este mandato a los catalanes.

Postpost: Pero puede, también, mirarse de otro modo, esto es, que Cataluña agradezca al presidente su defensa del Estatut.

Postpostpost: Aunque la verdadera victoria electoral ha sido esta, ¿que no?


viernes, marzo 07, 2008

Mesura

Es como si, en su necesidad de combatir su propia mediocridad -como Salieri al final de "Amadeus"-, el ser humano se propusiese buscar héroes a los que admirar, al igual que villanos que representen el mal que debemos combatir y, a la vez, nos ayuden a acallar nuestra conciencia continuamente maltratada por el egoísmo. En este sentido, la euforia es la mecha de la decepción, proporcional al tamaño de la expectación.

Esta es una introducción, un poco pedante, que pretende aclarar y, desde aquí, defender el sentido de la mesura. Hace unos meses, el Real Madrid, como un bloque unido, derrotaba al Barcelona en su campo después de noventa minutos de entrega y compañerismo. Al día siguiente, una hoja parroquial, cada vez más más opaca y menos transparente por cuanto más blanca*, lanzaba las campanas al vuelo hablando de tréboles y no sé qué otras tradiciones irlandesas.

De viejos es conocido que el que ríe último ríe mejor o, lo que es lo mismo, no vendas la piel del oso antes de cazarlo. Pero claro, obviamente, cuando tu objetivo es hacer grandes letras rojas, no tienes otro remedio que la efusividad. No obstante, el problema no está ahí, la verdadera llaga del asunto está en que la gente ha perdido el camino de la mesura y, entonces, no es capaz de vivir sino a través de los héroes, de su habilidad.


Esta es una de las razones por las cuales siento un cierto sarpullido en torno al periodismo (a pesar de haber gastado cuatro años preparando ese cursillo) y, en especial, en torno al periodismo deportivo: su poder de contagio convierte a la audiencia en peleles descerebrados, que se tragan a paladas cuanto les sirven. Un día tenemos un héroe que mañana será villano y no tenemos reparo en atacarlo sangrantemente, olvidando lo que hay detrás: una persona.

Porque los deportistas, para bien o para mal, no son más que eso: personas. Mesura es saber que lo que hagan no vale más que lo que yo hago. Que los caballeros y los dragones sólo están en los cuentos.

No hagas de tu sesera un cuenco de Disney.



*Instrucciones: dale a "anterior", "anterior", etc.

miércoles, marzo 05, 2008

Más Bakunin que el Dalai Lama

Ayer, en una conversación tan típica de estos días, desgajada de los grandes debates, alguien me preguntaba cuáles eran mis ideas. Una cuestión, aparentemente tan simple, que, no obstante, me dejó desconcertado. ¿Qué significa tener ideas? Mis ideas, quecarallistas, no están preparadas para ser clasificadas en un orden natural. Esto es, qué lógica tiene tender hacia un equilibrio de izquierda o derecha cuando encuentras desidia, rechazo, a ambas posturas.

¿Podría llamarse "centrismo" a no ser ni de carne ni de pescado? Esa era la pregunta que me planteaba anoche, buscando encontrar a Pablo Fernández en el correcto balance: "¿Y si soy un Gallardón de la vida?". Nada más lejos de la realidad.

Esta mañana, recordé "The political compass", un test que intenta aproximarse a la ideología de las personas, individualmente. En él encontré la respuesta a mis dudas: lo que yo, imbécilmente, llamaba "centrismo" era, en realidad, "anarquismo". Desde luego, no encajar no quiere decir equilibrio entre dos fuerzas sino, más bien, tender hacia ninguna. Ésa es la verdad acerca de mis ideas.

Más gráficamente, aquí puede verse -teniendo en cuenta "authoritarian" como "fascismo", "right" como "neoliberalismo", "left" como "comunismo" y "libertarian" como "anarquismo"-:


No dudéis en hacerlo vosotros también. Aquí lo tenéis y, por supuesto, no os olvidéis de contarme el resultado.

martes, marzo 04, 2008

Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio

Ingenuo. Me miro al espejo y puedo decir, alto y claro, que soy un ingenuo. Porque de ingenuos es creer que, dado que en el anterior debate se habían quedado muchas cosas en el tintero –en especial los mensajes de futuro-, en esta ocasión se hablaría de ello. Parece que no acabamos de comprender cómo se forman las opiniones, cómo nos manipulan y nosotros, borregos domesticados, aceptamos las reglas del juego. Y yo el primero de todos.

Voy a ser estúpido y voy a obviar todo lo que he visto o, más bien, no he visto: voy a hacerle caso a Pepiño Blanco y voy a votar al futuro porque, ¿alguien sabe cuántas propuestas ha hecho Zapatero en este segundo debate? ¿0? ¿1? ¿5? ¿10? No, qué va: 90. Eso es lo que él dijo, a saber qué estaba haciendo yo para no percatarme. Y, además de un servidor, sólo Dios sabe qué estaba haciendo también Miguel Sebastián, asesor del presidente, que en la tertulia de Cuatro contabilizó 36 propuestas. Seguro que en el fondo fueron 231 pero, claro, hay que ser modestos.

Voy a ser incoherente y seguir a Rajoy y su estupenda estrategia. Hace una semana, cuando Zapatero criticaba la gestión del gobierno de Aznar con el “ustedes esto, ustedes lo otro”, el escudo era un “no era mi gobierno”. Eso sí, esta vez, cuando se elogiaban los aciertos de la anterior legislatura, no se tenía reparos en anteponer un “nosotros”. Inteligente desde la raíz. Si es que lo bueno es bueno y lo malo, malo.

Voy a mirar hacia delante mirando hacia atrás. Hace cuatro años, lo sucedido con el atentado del 11-M marcó, en gran medida, el desarrollo de unas elecciones y, muy probablemente, su resultado final. Hoy, más de mil días después, parece que el argumento más convincente de un candidato que aspira a renovarse en el poder sigue siendo el mismo, es decir, para derrotar a su adversario no utiliza otro arma que el pasado. Paradójico, si tenemos en cuenta que hemos de apostar por el futuro.


Voy a ser pesado y redundante. A Rajoy se le abría la posibilidad de ganar adeptos si realmente (con)vencía en estos dos debates. Tenía la oportunidad de mostrar su proyecto de gobierno, cómo iba a solucionar los problemas de España. Pero no, ha preferido repetir, hasta la saciedad y como una pescadera, a cuánto estaban el pan, el pollo, los huevos o la leche, sin decir en ningún momento qué haría para rebajar los precios. Esto es lo que yo, rotundamente, grito: para decir que el precio de los huevos está alto no monto un partido ni me presento a las elecciones; simplemente, voy al supermercado y abro los ojos –sin ese odioso tic que tiene Rajoy en el ojo izquierdo, que parece Millán en el sketch de la empanadilla de Encarna-.

En fin, que he perdido otras dos nuevas horas de mi vida. Por tonto, evidentemente. Mi abuela, que por eso tiene ya 87 años, se acostó a las diez. No sabe del pastel ni la mitad y nosotros, la masa de votantes que hacemos tan buen uso de la democracia, tampoco, pero al menos ella no tiene reparos en admitirlo. Es congruente y, ¿sabéis qué? No vota.

Postpost: No he sido del todo justo. Este debate no ha sido una mierda al 100%. En la tertulia de Cuatro se hablaba de los charcos en los que se habían metido los políticos. Pues bien, el charco más grande fue en el que se metió Rajoy: no os perdáis la babada que se le escapa a Zapatero. Al de Pontevedra, que habla tan rápido y quiere decir tantas cosas que casi se ahoga, también se le asomó una bolita blanca a los labios. Providencial, Olga Viza le cortó el turno y pudo tragársela. Menudo tsunami habría salido de allí.

Postpostpost: Y otra vez con la niña, ¿de verdad es un orgullo defender los errores?

viernes, febrero 29, 2008

La religión de los poetas

Harold Bloom es un crítico estadounidense nacido en 1930 que entroncó con la línea gnosticista de los primeros años de la Iglesia cristiana. Esta adopción le permitió construir una visión particular acerca de la cultura occidental y, sobre todo, de la creación literararia. De hecho, entre sus obras está un "Cánon de la Cultura Occidental", es decir, un catálogo de composiciones artísticas que han dado pie a nuestra forma de vida o, como él decía, al corpúsculo de sus "genios".

Pero vayamos por partes. En primer lugar, ¿qué es el gnosticismo? Se trata de un pensamiento, cercano a Platón, que plantea que el Universo no es más que una chapuza a manos de un dios secundario que, trabajando sobre la materia, da forma a nuestra existencia, una existencia imperfecta y perecedera. Este dios menor, el Demiurgo, asimismo impide que el ser humano, cargado de un potencial poder de salvación, alcance su propia consagración a través de la constante purificación de su yo inmaterial. Dicho de otro modo más sencillo: el hombre, que es imperfecto en cuanto a ser material, sí tiene una parte -que podríamos llamar alma- capacitada para ascender a Dios.


Si analizamos la figura de este Demiurgo desde la perspectiva gnóstica, está claro que no es el precursor de todo cuanto podemos conocer. Se trata, más bien, de un falsificador que, copiando algo que está por encima de él, dio origen a lo que nosotros hoy podríamos entender como realidad aparente. De nuevo volvemos a Platón, a lo que él defendió como absoluto mundo de las ideas.

Ahora bien, la errática de este Demiurgo sentencia al ser humano a su ridícula condición: el dolor, la muerte. No obstante, el gnosticismo plantea la posibilidad de que intelectualmente podemos alcanzar la salvación si logramos desprendernos de nuestra naturaleza corpórea. Esto podría estar relacionado con los mensajes cristianos pero, oficialmente, el gnosticismo es una herejía ya que, en el fondo, lo que promueve es la existencia de una segunda divinidad, cuando lo que la Iglesia defiende es un Dios Unitario. De todos modos, podría exponerse una teoría en este punto: si hay una parte imperfecta en nosotros que debemos vencer porque representa lo doloroso, lo malo, ¿no podría existir realmente este Demiurgo como lo que por tradición conocemos como Lucifer? En este sentido, surgiría la interesante hipótesis de que el ser humano fue creado por el Anticristo.


Pero volvamos a Bloom. Según su razonamiento, el gnosticismo sería la única religión válida para la literatura, porque sitúa a los artistas en la cúspide del ser humano, esto es, con la capacidad de abstracción necesaria para, atravesando los distintos obstáculos del Demiurgo, llegar al origen del Universo, a lo Sublime, que no es más que lo Inquietante dado que escapa a la capacidad de comprensión del hombre y, sin embargo, está ahí y quién sabe si dominándonos de algún modo.

Postulando radicalmente a Bloom, podemos dividir las obras literarias en perfectas e imperfectas. Es un silogismo simple: si un autor ha logrado rebasar los límites de la materia, en ese caso, también ha alcanzado un mundo ideal y su obra es superior. Con el mismo criterio, un autor menor funciona, simplemente, como Demiurgo. Construye su obra a partir de la copia de un ideal, por lo que debe considerarse inferior -ya no apunta a la inmortalidad, su creador está estigmatizado por la debilidad del hombre-. Utilizando las palabras del crítico:

"Cualquier obra literaria lee de una manera errónea -y creativa- y, por tanto, malinterpreta un texto o textos precursores. En cambio, los grandes escritores poseen la inteligencia de transformar a sus antecesores en seres compuestos y, por tanto, parcialmente imaginarios. La angustia de las influencias cercena a los talentos más débiles, pero estimula al genio canónico".

Así, llegamos al instante conflictivo de sus teorías: ¿quién puede determinar que una obra, y su creador, han alcanzado el estatus de divinidad? Para él, el baremo que ha de emplearse es la originalidad. La originalidad entendida como forma de extrañeza, como parte de algo superior que apenas acertamos a comprender, nunca asimilable por completo y que, por tanto, no podemos dejar de ver como lo que anteriormente nombrábamos "Inquietante".

Siguiendo esta línea, nos aporta una serie de autores -abarcando un ámbito temporal de siete siglos- que configuran, a su entender, Occidente: Chaucer, Dante, Shakespeare, Cervantes, Montaigne, Molière, Milton, Wordsworth, Goethe, Jane Austen, Tolstoi, Dickens, Whitman, Dickinson, Virginia Woolf, Eliot, Ibsen, Samuel Johnson, Proust, Pessoa, Kafka, Joyce, Freud, Beckett, Borges y Neruda.

Qué decir. Depués de lo expuesto, ¿son estos nuestros dioses? ¿Serán para siempre inmortales? Ahí queda la pregunta.

jueves, febrero 28, 2008

Testimonio

Declaraciones de Bernard Williams, productor asociado de “La naranja mecánica” y “Barry Lyndon”, después de una proyección de esta última el 21 de agosto de 2006:

“La semana antes de empezar el rodaje me dijo: “¿Qué escena de la película es la más difícil de rodar?”. Le respondí: “Bien, el travelling de los ingleses avanzando sobre los franceses”. Entonces dijo: “OK, el lunes empezaremos por ahí”. Yo le dije: “Pero va a llover toda la semana”. Y él: “OK, rodaremos bajo la lluvia”. Le dije: “OK, perfecto”. Respondió: “Montemos una reunión la víspera del rodaje”. Y asentí: “De acuerdo”.

Ya en la reunión, dice: “Entonces, los hombres marchan en línea, ¿no es eso? Y hago un travelling sobre 250 metros campo a través. ¿Cómo hacemos para que todos sus pasos lleven el mismo tempo?”. Le digo: “Bueno, ellos vienen del ejército, Stanley”. Y dice: “No, no, no. Deben marchar al unísono. ¿Qué has previsto para eso?”. Me siento y hago un gesto de perplejidad. Me dice: “Bueno, Bernie dice que hacen falta 1.500 metros de cuerda verde. Que pongamos cuerda verde cada metro que después ya no necesitarán mirar al suelo. La sentirán bajo sus pies cuando caminen e irán todos a la par”. Le respondo: “OK, entonces vamos a buscar la cuerda”. Era domingo. El domingo en Irlanda sólo abren los pubs y las iglesias.


Después, dice: “¿Cómo se llama eso que se pone sobre los pianos?”. Le contesto: “Un metrónomo”. Responde: “Bien, hay que construir uno grande. Lo instalamos en una grúa y hacemos venir a un compositor de Inglaterra. El metrónomo hará tic-tic y ellos harán tic-tic… Marcharán todos juntos”. Le digo: “De acuerdo, perfecto. ¿Eso es todo, Stanley?”. Y dice: “¿Qué vas a hacer si llueve?”. Le digo: “Bueno, tenemos grandes tiendas de campaña…”. Dice: “No vamos a pasar tres horas alineando a los hombres bajo la lluvia para después salir corriendo a meternos en las tiendas de campaña. ¿Cómo se llama eso que lleva Clint Eastwood en los westerns?”. Le respondo: “Un poncho”. Entonces dice: “Necesito 500 para mañana. Y traed también bolsas, una para la cabeza y otra para los pies. Necesitaremos gomas para los pies. Se ponen eso para proteger las pelucas, se ponen el poncho y les dais sándwiches y una cantimplora de café”. Entonces le digo: “Dónde metemos todo eso?”. Contesta: “En una bolsa”. Y le digo: “Pero eso no es de época”. Entonces: “Hoy es de época. Preparad 500 bolsas para mañana y meted todo dentro.

Y del mismo modo todos los días; una invención por día".

martes, febrero 26, 2008

Voto nulo

Afortunadamente, no voy a votar a ninguno de estos dos candidatos. Porque, siendo sinceros, nada ha cambiado en estos últimos años, cuatro años de disputas que esta noche, a escala, hemos vuelto a ver. Los mismos niños sobre el mismo patio en la misma pelea. Un ejercicio de memoria que cada uno se esforzaba en retrasar a mayor distancia, como si cuanto más volviésemos la vista atrás, más armas de descalificación y, por lo tanto, autolegitimación, encontraríamos.

Pero lo que la gente necesitaba era que la enfocasen hacia el futuro, que le mostrasen un mensaje de esperanza -o más que de esperanza, de ilusión-, soluciones a sus problemas, confianza. ¿Cómo votar ahora? ¿Es que realmente se ha superado el inmovilismo en el que estamos estancados? ¿Alguno no ha recurrido a un manido discurso? ¿Se han ofrecido metas renovadas, propuestas? ¿Alguien sabe qué van a hacer si gobiernan? A ver qué pasa dentro de diez días, porque no creo que ningún indeciso haya abierto papeletas después de este debate.

Por la derecha, una periodista decía que Rajoy había estado brillante porque había mostrado los problemas de España y exponía propuestas. Dejémoslo en que Rajoy ha estado objetivo mostrando los problemas de este país: ¿sus soluciones? Yo no vi ninguna.

Por el oído izquierdo, que Zapatero había sido contundente en su optimismo, que había motivos para ser positivos porque así lo dicen las irrefutables estadísticas. Mejor dicho, tengo problemas, graves problemas, pero los que estaban antes todavía eran peores. Como dice el refrán: “Mal de muchos, consuelo de tontos”.


En fin, que me quedo con dos opiniones que, a la postre, mejor definen las sensaciones de este debate. La primera, un joven en Cuatro al que le preguntaron quién había sido, a su juicio, el ganador:

“Las televisiones. Yo voy a seguir sin poder pagarme un piso, ganando 700 euros –con suerte- y pidiéndoles dinero a mis padres porque a mí nadie me da una beca”.

Y más críptica, resumiendo como nadie lo que nos queda, mi abuela:

“Esa vaca debe dar moi bo leite, todos queren muxila. Os dous teñen razón. Eu non voto”.

Regina Presidenta.

lunes, febrero 25, 2008

Eto'o a por el World Press Photo

Marcas un gol ante 50.000 personas, caminas como desnudo, relajado o libre por tu casa, te acercas a un fotógrafo, le quitas su cámara y le ahorras el trabajo de pensar la portada a un editor:


Postpost: ¿Le pagarán como freelancer en El Mundo Deportivo?

viernes, febrero 15, 2008

Los clásicos, es lo que tienen

No me gusta redundar en las entradas pero es que esto merece la pena: "Inside Steve's mind" ya tiene su clon en proyecto, llamado -qué miedo, es como poner "google" a buscar en Google- "Inside Youtube's Mind".

Este es el tráiler, reminiscente tráiler:

miércoles, febrero 13, 2008

Inside Steve's Mind

Esta es una miniserie de youtube acerca de un hombre, Steve Markle, que decide someterse a un experimento pionero de grabación de sueños en VHS. Sin comerlo ni beberlo, me ha enganchado.

Estos son los cinco capítulos que hasta ahora hay disponibles -están en inglés pero, si los entiendo hasta yo...-:

CHAPTER 1 (Ojo, es terriblemente escatológico)


CHAPTER 2


CHAPTER 3 (Grandísimo el papel de Dios)


CHAPTER 4


CHAPTER 5 (Este me gusta especialmente)


Postpost: ¿No es inquietante el chacho que aparece en los sueños?

viernes, febrero 08, 2008

Vuelvo a ti

No sabía cómo llamarte y sin embargo
tú respondiste a mi silencio.
Me reconociste
en la misma sombra de todos los hombres,
en la travesía insondable de todos los rostros.

Allí estaba,
marcado a fuego por la soledad,
abierto a la puñalada de las flores y
los románticos besos a escondidas,
los profundos besos como para beber tu verdad
en esta indistinta noche
que no llega.

Buscando el irreparable rastro
de tu tránsito en la ya consumida piel,
en galerías de la reminiscencia
jamás recorridas eternamente desconocidas,
ásperas, solitarias, apagadas,
trazando la inextensa distancia
entre la evocación y el deseo.
Entre tú y tu ausencia.

Pero has vuelto,
como vuelve, después de todo,
la primavera, la luz intensa del amanecer,
y yo mismo vuelvo a ti,
de donde nunca he salido
camino al fin nunca desandado.

Algo distinto de ayer
de ningún modo mañana
esquiva la fragilidad de mi pecho
y me hace más fuerte, endiabladamente
más robusto hoy.

Hoy soy más fuerte
que el incansable goteo de la vida, más fuerte
que la inexplicable congoja de morir,
más fuerte que el vacío y su espera.
Más fuerte que el simple temor
de no ser fuerte.

Hoy
como tal vez ningún otro
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa ciegamente
te quiero,
y eso es lo único más fuerte que yo.